Los hijos de presidentes y ex-jefes de Estado que no se salvan de investigaciones tanto por falsas acusaciones como por culpa meritoria. Hoy el presidente que tiene que cargar con un escándalo que implica a su familia es Gustavo Petro, por su hijo Nicolás, al que acusan de recibir dinero a cambio de influencias.
Foto: TW-nicolaspetroB
LatinAmerican Post | David García Pedraza
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La foto familiar es un distintivo del nuevo huésped que llega por cuatro, cinco o seis años a la presidencia de una nación, con la función de enmarcar la honorabilidad de su apellido y de su imagen en el liderazgo de una nación. Sin embargo, ha habido casos en donde uno que otro miembro de ese núcleo familiar se ve en aprietos por escándalos de carácter personal, social, político o financiero, lo cual repercute en la imagen de su progenitor, que se encuentra en el cargo más importante del país.
La opinión pública no perdona estos deslices por parte de la familia presidencial, y aunque en el imaginario colectivo se entiende que la política es uno de los lugares en donde deberían primar las ‘buenas costumbres’ y el ‘buen ejemplo’, la realidad está muy alejada de esta idea.
Cuando la imagen familiar se empieza a enlodar
Los padres están al cuidado de los hijos desde la infancia y la norma general indica que deben suplir sus necesidades hasta que cumplan una mayoría de edad, inclusive legalmente se contempla así en varias naciones. Los hijos de los presidentes o jefes de Estado no son la excepción. No obstante, muchas veces son ellos los que envuelven en problemas a sus padres y varias veces los mismos padres meten en problemas a sus hijos.
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Uno de los casos más sonados en América Latina es el relacionado con el ex-presidente de Panamá, Ricardo Martinelli y sus hijos, Luis Enrique y Ricardo. Martinelli, investigado por varios casos de corrupción y lavado de activos en los que se encuentra Odebrecht, Blue Apple, New Business, entre otros. Sus dos hijos se declararon culpables por lavado de dinero cuya condena la cumplieron en Estados Unidos en 2022 y actualmente se encuentran en territorio panameño esperando el juicio en este territorio.
A pesar de que los hermanos se pusieron de acuerdo en culpar a su padre por haberlos inducido a cometer los delitos, Martinelli se mantiene firme en su aspiración a la presidencia de Panamá en 2024.
Tomás y Jerónimo Uribe, hijos del ex-presidente colombiano Álvaro Uribe, también tienen su problema en los estrados judiciales. En este caso, la adquisición de unas tierras fue el detonante que expuso una maniobra no muy ética en la opinión pública. De acuerdo a una investigación realizada por el periodista Daniel Coronell, los hijos Uribe recibieron favores por parte de un alcalde de un municipio cercano a Bogotá, en donde les concedió tierras agrícolas que pasaron a ser industriales, por lo que su valor aumentó en dos años. Además, según una resolución de la DIAN (El departamento de Aduanas de Colombia) declaró estas tierras como ‘zona franca permanente’ lo que disparó el precio de esas tierras y así sellaron su fortuna los hijos de Uribe. En 2021, el Consejo de Estado anunció que no encontró pruebas de que hubo una violación a la moralidad en este negocio.
Jerónimo y Tomás adjudican su fortuna a las empresas de artesanías y negocios de reciclaje que han manejado juntos. Sin embargo, a pesar de los constantes señalamientos, los hijos Uribe se escudan en que las personas que los cuestionan atentan con el derecho a su honra y buena imagen.
Keiko Fujimori, hija del ex-presidente peruano Alberto Fujimori y política activa de la nación inca, no se ha salvado de la imagen negativa de su padre y tampoco de su propio accionar, al constantemente ser señalada de corrupción dentro de su campaña presidencial en 2021. Aun así, la fiscalía peruana archivó el caso por falta de pruebas.
A pesar de esta resolución, la fiscalía anticorrupción sigue investigando posible financiación irregular de las campañas presidenciales de Keiko en 2011 y 2016, en las que se encuentra un millón de dólares recibidos por la constructora brasileña Odebrecht. A pesar de que los hechos ocurrieron mucho después de que su padre estuviera en el poder, los Fujimori son una de las familias políticas con mayor influencia en el Perú.
Por su parte, en el gigante Brasil, dos de los hijos del actual presidente de Brasil Lula Da Silva, Fabio y Claudio, fueron investigados por obtención de dineros irregulares y por un crecimiento muy rápido de sus patrimonios, incluso Lula tuvo que asistir como testigo en uno de los juicios. Finalmente, no hubo condenas por los delitos de los que se les acusaba y varios medios adjudican esta victoria en los estrados a las alianzas que el propio Lula tenía en el congreso en el 2015.
Actualmente, también en Colombia, salió a la luz pública el caso de Nicolás Petro, el hijo del presidente en mando, Gustavo Petro. Según las acusaciones de la expareja de Nicolás, tanto el hijo del mandatario como Juan Fernando Petro (hermano de Gustavo) recibieron dineros de presos poderosos prometiéndoles una posible negociación que terminaría indultando a varios criminales. El presidente, recientemente, le pidió a la Fiscalía General de la Nación que investigue tanto a su hijo como a su hermano, y que sea la justicia la que determine si actuaron ilegalmente.