Elecciones en Ecuador: ¿Vuelve el correísmo?

Luego de que el presidente Guillermo Lasso haya disuelto la Asamblea, también debió adelantar las elecciones nacionales. De esta forma, los ecuatorianos están llamados a elegir presidente, vicepresidente y congresistas el próximo 20 de agosto. La pregunta fundamental es si el oficialismo mantendrá o aumentará su poder o, si, por el contrario, es el momento del regreso del correísmo.

Precisamente, tanto para Rafael Correa, como para sus aliados, este adelanto de elecciones es un panorama ideal para poder aspirar al poder. Su partido político Movimiento Revolución Ciudadana quedó en segundo lugar hace apenas 2 años, cuando en segunda vuelta, Guillermo Lasso logró la victoria. Andrés Arauz logró una amplia diferencia en la primera vuelta, con el 32,72% de los votos, contra el 19,74% de Lasso. No obstante, para la nueva votación, Arauz se quedó con 47,64% contra el 52,36% de los votos del ganador.

Igualmente, fueron la principal fuerza política en el legislativo con 47 de los 137 puestos. Lo que precisamente fue uno de los problemas que tuvo Lasso para gobernar y que terminó por generar ese rompimiento entre ejecutivo y Asamblea.

Los candidatos correístas

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Por parte del partido del correísmo, la candidatura es obvia, la dupla de Luisa González y Andrés Arauz serán los representantes del MRC.

El correísmo no solo tiene una fuerza poderosa en el congreso y en las mismas presidenciales, sino también en elecciones locales. A principios de año, Pabel Muñoz y Aquiles álvarez ganaron las alcaldías de las 2 principales ciudades de Ecuador: Quito y Guayaquil, respectivamente.

Todo parece servir para que el correísmo logre una victoria relevante. El movimiento del expresidente no desapareció pese a los años en la oposición y los señalamientos contra el mismo Rafael Correa por corrupción (condena de 8 años de prisión que el exmandatario tacha como persecución política). Esperan lograr la presidencia y más de 50 puestos en la Asamblea para gobernar con tranquilidad. Dentro de sus principales puntos de campaña estará la lucha contra la inseguridad, la crisis económica y la desigualdad.

Guillermo Lasso tiene poco tiempo para no dejar el camino abierto al correísmo

El principal motivo por el que el presidente debió llamar a elecciones anticipadas es su poco capital político. En el congreso, su gobierno era minoría y esto le generaba un impedimento para liderar y administrar el país como él hubiese querido. Además, sus pocos resultados en sus apenas 2 años (ya sean por una férrea oposición o por su falta de liderazgo, o una mezcla de ambas) generaba rechazo en la población. Ahora Lasso gobierna mediante decreto y sin presiones electorales (anunció que no competirá en los comicios adelantados).

Lasso llegó a la presidencia más por el voto anti-Correa que en favor del exbanquero. El actual presidente por poco y no compite en la segunda vuelta y de ahí, debió recolectar todos los votos en rechazo de Arauz. Entonces, con un capital político tan escaso y pocos resultados políticos, hoy dejan la puerta abierta para la oposición.

Por esto mismo, el oficialismo tendrá poco tiempo para poder convencer a los ecuatorianos para elegir a un candidato afín. Dentro del panorama electoral, Otto Sonnenholzner se vislumbra como la opción del oficialismo, pero sabe que puede cargar con la baja popularidad del actual presidente con un 13,93% de aprobación.

Adicionalmente, otra figura fuerte del anticorreísmo es el mismo Yaku Pérez. El líder ambientalista indígena que quedó tercero en las elecciones pasadas y que por poco supera a Lasso y competiría por la segunda vuelta. Incluso, Pérez denunció fraude en el primer conteo que favoreció a Arauz y Lasso.