Problemas de azúcar en los niños: ¿Cómo identificarlos?
El consumo de alimentos ricos en azúcar procesada es la causa de diferentes enfermedades como diabetes, sobrepeso y caries dental en los niños. Los expertos recomiendan evitar su ingesta y reemplazarla por frutas y verduras.
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | Yenny Rodríguez Barajas
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Existen en el mercado innumerables alimentos como helados, galletas, dulces, pasteles, postres, gaseosas, entre otros, que son incluidos en la dieta diaria de los pequeños por su rico sabor, pero que causan enfermedades como diabetes, sobrepeso o caries dental. Los expertos recomiendan que desde que se inicia la ingesta de alimentos diferentes a la leche materna (a partir de los 6 meses), se debe programar a los niños al consumo de frutas y verduras que contienen azúcar natural necesaria para el óptimo desarrollo y las actividades diarias. Al mismo tiempo, es preciso evitar al máximo el azúcar refinada o procesada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una ingesta reducida de azúcares libres (procesada) a lo largo de toda la vida y de consumirse que sea menos del 10% de la dieta diaria para adultos y niños, por su alto contenido de monosacáridos y disacáridos añadidos, relacionados con la obesidad y un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer. De acuerdo con la directriz de la OMS, las recomendaciones se basaron en la totalidad de las pruebas científicas examinadas. Se comprobó que el aumento o reducción del consumo de azúcares libres está asociado con cambios en el peso corporal. El peso excesivo está asociado con la ingesta excesiva de azúcares libres.
Incluso, destaca el informe que la caries dental también son efectos negativos del consumo de alimentos no sanos. Los problemas de salud dental son acumulativos, pues se remontan desde la infancia a la edad adulta. Dado que la caries dental es la consecuencia de la exposición durante toda la vida a un factor de riesgo alimentario (es decir, los azúcares libres), incluso una pequeña reducción en el riesgo de caries dental en la infancia tiene importancia posteriormente; por lo tanto, para reducir al mínimo el riesgo de caries dental durante toda la vida, la ingesta de azúcares libres debería ser la menor posible.
Riesgos para la salud del consumo de azúcar
Entre los problemas más comunes por la ingesta de azúcares libres son el sobrepeso y obesidad, dislipidemia, caries dental, resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, entre otras.
Para identificarlos es importante llevar a los niños a controles de forma rutinaria con el pediatra y realizar el diagnóstico nutricional e identificar alguna alteración o factores de riesgo de manera oportuna, afirma la pediatra Lina Robayo Cubides, máster en Nutrición y obesidad. La especialista destaca que el consumo de azúcares simples debe ser limitado en todos los grupos de edad, en especial en los lactantes (hasta los 2 años), quienes tienen una preferencia natural por los sabores dulces.
Reitera que es importante que los padres no expongan a los niños y niñas a azúcares libres o adicionados en la primera infancia, ya que el consumo genera un estímulo dopaminérgico y de endorfinas en el cerebro. Es decir, causa un mayor gusto por los alimentos azucarados. “Hasta los 6 meses debe ser exclusiva la lactancia materna. Después incluir agua y alimentos frescos. Se recomienda comer la fruta entera o en trozos blandos, no en jugos, consumir verduras a diario, de 2 a 3 lácteos, 1 tipo de proteína en las comidas principales: desayuno, almuerzo, cena y leguminosas 2 o 3 veces por semana (frijol, lenteja y garbanzo). Las cantidades varían de acuerdo con la edad y por supuesto, siempre incluir actividad física”, destacó la especialista.
Estar alerta a los indicios del exceso de azúcar en niños y niñas
De acuerdo con Gisella Martínez, médica pediatra de Colmédica, el consumo máximo de azúcar es de menos de 25 gramos al día, que equivale a 6 cucharaditas. Hasta los 2 años no deben consumir azúcar y menos procesada. “La recomendación mundial es que el azúcar que se consume provenga de las verduras como la zanahoria y la ahuyama y las frutas como el banano, mango, arándanos, cerezas, entre otras, que se deben consumir en papilla o trozos y no en jugos, porque la fructosa se convierte en sacarosa aumentando el contenido de azúcar”, explicó.
Agregó que la mejor manera de evitar complicaciones de salud en los niños es no darles productos de paquete, dulces procesados, azúcar refinado, con alto contenido de sal o grasas poliinsaturadas. “También se deben evitar todos los embutidos como salchichas, jamones porque para su conservación se usan muchos aditivos como los nitritos que son potencialmente cancerígenos en el futuro”. Indicó que entre los síntomas más comunes que nos ayudan a estar alerta ante algún problema de salud relacionada con el azúcar es cuando los niños empiezan a sentir mucha sed durante todo el día. Esto en especial cuando no se hace mucha actividad física (deporte, juegos), lo que se conoce como polidipsia o cuando comen desaforadamente, es decir, no mastican bien los alimentos.
Guía del consumo de azúcar por edades
Edad |
Gr/día |
2-4 años |
15 -16 gr/día |
4-7 años |
18-20 gr/día |
7-10 años |
22-23 gr/día |
10-13 años |
24-27 gr/día |
13-15 años |
27-32 gr/día |
15-18 años |
28-37 gr/día |
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Guía de alimentos saludables
- De 6 a 8 meses
Se deja la leche materna como alimento principal e inicia la inducción de alimentos como granos, legumbres, carnes y pescados magros en papillas espesas, puré o pequeños trozos para incentivar movimientos masticatorios. Ofrecer 1 alimento nuevo a la vez (sin mezcla de varios alimentos). Luego, un alimento conocido junto con uno nuevo con el fin de identificar tolerancia y alergias alimentarias.
- De 9 a 11 meses
Inician los movimientos masticatorios (mueve la mandíbula hacia los lados), dar alimentos finamente picados, sólidos blandos, machacados que puede masticar con las encías.
- De 12 a 24 meses
Ofrezca sólidos blandos picados en trozos pequeños. No adicionar sal antes de los 12 meses y, no adicionar azúcar a las preparaciones antes de los 2 años. Dar de 2 a 3 comidas principales y aumentar progresivamente hasta incluir 2 meriendas entre comidas.
- A partir de los 3 años
Suministrar 3 comidas principales 1 a 2 meriendas entre comidas. Usar muchos colores en las comidas si es necesario figuras llamativas que generen mejor aceptación de la comida. Por ejemplo: vegetales o fruta (½ del plato) + proteína (⅓ del plato o el tamaño de la palma de la mano de su hijo) + cereal o tubérculo (⅔ del plato o el tamaño del puño cerrado de su hijo) o leguminosas 2 a 3 veces a la semana.