Los aliados de Estados Unidos contra China
Ante el desarrollo y crecimiento de China como una superpotencia global, Estados Unidos encontró aliados estratégicos para contener las intenciones expansionistas del gigante asiático.
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández
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Actualmente, el mundo es testigo del crecimiento de China como superpotencia global. Hoy, es una de las naciones más poderosas económicamente y militarmente hablando. Su gigantesca población ha sido su mayor herramienta para posicionarse como una amenaza para el dominio norteamericano en el planeta. Tanto así que recientemente, muchos temen un posible conflicto entre estas dos superpotencias debido a las intenciones expansionistas que tiene China, especialmente, en sus costas orientales.
El principal foco de posibles encontronazos entre Estados Unidos y China es sobre la isla de Taiwán (también conocida como Formosa). Este archipiélago en el mar oriental de China se considera parte indivisible del resto de países. Sin embargo, Taiwán también tiene una relación cercana con Estados Unidos, por lo que una posible invasión o anexión forzosa de Pekín, puede derivar en un conflicto mayor. No obstante, Estados Unidos entiende las amenazas que tiene en oriente para poder mantener su hegemonía global, y es por esto que encontró, en varios países vecinos a China, alianzas que pueden servir para contener las aspiraciones militares chinas.
Los viejos conocidos
Los principales aliados de Estados Unidos en oriente son unos viejos conocidos. Además de Taiwán, también destacan Japón y Corea del Sur. Ambos países guardan tratados de apoyo militar con Estados Unidos y sirven de bases militares.
Por ejemplo, Japón es el país con la mayor cantidad de bases militares estadounidense en todo el mundo (42), incluso superior a Alemania (40). En tercer puesto, está, precisamente, Corea del Sur, lo que permite que Estados Unidos y estos países mantengan una coordinación militar activa y cercana.
En el 2022, se registraban 57.300 de efectivos estadounidenses en Japón y 28.500 en Corea del Sur. Son miembros que no solo sirven como método de disuasión frente a China, sino también a la otra potencia nuclear de la zona, Corea del Norte.
Después de la segunda guerra mundial, cuando los aliados (Francia, Reino Unido, Unión Soviética, Estados Unidos y China) vencieron a Italia, Alemania y Japón, la isla asiática tomó una constitución pacifista. Japón había reducido su gasto militar como promesa y los demás países le garantizaban su protección. Tanto así que el tratado de Cooperación y Seguridad Mutua entre ambas naciones compromete a los firmantes a defender al otro ante un ataque.
Sin embargo, en los últimos años, Japón aumentó el gasto militar de forma exponencial. Recientemente, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo que su país aumentará su gasto militar hasta el 2% de su PIB para 2027. Esto también responde al crecimiento del armamento de sus vecinos hostiles, como Corea del Norte y China.
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Mar meridional de China
Más allá de Taiwán, hay otra zona de alta tensión en la que China parece tener grandes intenciones expansionistas. Se trata del mar meridional de China, ubicado al este de la indochina y al sur del gigante de Pekín. Históricamente, China se construyó con los derechos en el mar al sur de sus playas, que parecen estar más cerca de Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunei. Es por eso que todas estas naciones entraron en conflicto con China por sus intereses expansionistas.
Pero esto llevó a China a tener conflictos físicos entre sus intenciones y las de las demás naciones. Por un lado, ordena ejercer soberanía en las aguas, obligando a pesqueros filipinos, vietnamitas y de otras nacionalidades a salir de estas aguas que la comunidad internacional hoy les reconocen, pero que China busca controlar. Por otro lado, el gobierno chino también ordenó la construcción de islas artificiales para expandir sus zonas comerciales exclusivas y como bases militares en la zona.
Esta situación creó un contexto favorable para que Estados Unidos encuentre aliados. Como el reconocido dicho dice “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, Washington reforzó su cooperación con estos países.
El caso más llamativo es el de Filipinas. Una excolonia española y estadounidense que intenta desligarse de la presión occidental, hoy es obligada a buscar aliados en ella. Recientemente, ambos países firmaron un acuerdo que le permitirá a tropas estadounidenses utilizar (o construir) varias bases en el archipiélago. En abril de este año, Manila destino 2 lugares para que tropas extranjeras usen. Se trata de una base naval en el pueblo de Santa Ana y un aeropuerto en Lal-lo, en la provincia de Cagayan, al norte, cerca de China.
Estas alianzas generaron un cinturón que mantiene cercado a China, desde las islas de Japón, Taiwán y las Filipinas. A pesar de que es una estrategia para poder evitar un posible conflicto con China, la respuesta podría ser peor, ya que Pekín podría ver estas alianzas como provocación. Una situación similar a la que vivió Rusia con la expansión de la OTAN a sus fronteras.