Análisis: Un vistazo al conflicto palestino-israelí desde América Latina
Muchas han sido las reacciones en redes sociales de los gobiernos latinoamericanos, pero, más allá de las redes sociales, ¿cómo puede leerse desde América Latina el conflicto palestino-israelí?.
Foto: Adobe Stock
LatinAmerican Post
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El pasado sábado 7 de octubre, en pleno shabat, día de descanso para la religión judía, Israel recibía un cruel ataque de parte del grupo islamista Hamás. En respuesta, Benjamín Netanyahu, primer ministro israel, arremetió en un violento discurso contra los palestinos. Desde entonces, ya cumplimos seis días de enfrentamientos aberrantes en Israel y en la franja de Gaza.
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Desde América Latina, ha habido una condena general a la violencia cruel de este conflicto. Los Gobiernos de muchos países se han dolido por las víctimas palestinas e israelíes. Además de los gobiernos, desde Latinoamérica se opina y analiza también mucho este conflicto en redes sociales.
Muchos toman postura y otros solo quieren analizar la situación o ponerla en contexto. En todo caso, la mirada latinoamericana sobre este conflicto no es, por supuesto, homogénea.
Una toma de postura: ¿por qué es problemática?
Se ha vuelto una comparación frecuente la del Holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial con la ocupación israelí en Palestina. Uno de los apresurados a hacerla fue el presidente colombiano, Gustavo Petro. Muchos creen señalar una paradoja al comparar estos dos hechos históricos, pues dicen que es "paradójico" que el pueblo judío, víctima de un genocidio racial, ahora someta al pueblo palestino a un trato igual de curel.
Sin embargo, esto no es así. Esta comparación es reduccionista puesto que no es el pueblo judío el que somete al pueblo palestino; ni el pueblo judío de hoy es el mismo del de la Segunda Guerra. No se puede, mucho menos desde América Latina, reducir un pueblo a sus gobernantes.
Así es que el gobierno de Netanyahu, primer ministro de Israel, no es sinónimo del pueblo judío. De la misma manera en que el grupo yihadista Hamás no es representación de todo el territorio palestino, ni mucho menos del mundo árabe. De modo que estas comparaciones, además de tener implicaciones diplomáticas que podrían agudizar el conflicto desde el otro lado del planeta, son ligeras.
Es momento de que América Latina salga de la concepción binaria del conflicto palestino-israelí. Durante el siglo pasado fue muy común que, según el color del gobierno, los países de la región tomaran una postura en este conflicto. Los gobiernos antiimperialistas solían declararse del lado de Palestina, puesto que Estados Unidos ha sido aliado de Israel. Así fue en esta ocasión, en la que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, no condenó los ataques de Hamás y más bien se declaró solidario con la causa palestina.
Es momento de dar desde la región una nueva mirada, que abarque las complejidades y sea más compasiva. Lo que antes ha sido un tema que divide a Latinoamérica según la ideología debería hoy unirla puesto que, desde afuera, el conflicto puede verse desde otra persopectiva. La gravedad de los ataques de lado y lado de estos últimos días deberían unir a Latinoamérica y a la comunidad internacional de un solo lado: el de las víctimas y a favor del cese de la violencia.
Más allá de las redes sociales
Sin embargo, no todo han sido opiniones, análisis y condenas desde las redes sociales. Los gobiernos latinoamericanos han tenido que reaccionar de otras formas al conflicto y han abierto la pregunta: ¿qué podemos hacer desde la región frente a este tema?
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, por ejemplo, convocó el mismo sábado al Consejo de Seguridad de la ONU, cuya reunión tuvo lugar el domingo a puerta cerrada. Además, esta semana ha instado también a promover una intervención humanitaria en Oriente Medio para atender a la infancia israelí y palestina.
Relaciones de América Latina con Oriente Medio
No es un fenómeno arbitrario ni extraño que América Latina esté convulsionada e impresionada con el conflicto en la franja de Gaza. Chile, por ejemplo, es el país con más población de origen palestino por fuera de Oriente Medio.
La comunidad judía en América Latina, por su parte, alcanza los 300.000 individuos. Argentina y Brasil son los países con más población de este origen. Esta región es multicultural y ha acogido a comunidades perseguidas de otras partes del mundo. Así es que el conflicto palestino-israelí no le es indiferente.
Y la migración histórica se ha dado también en el otro sentido: los países latinoamericanos han reúnido sus esfuerzos para traer de vuelta a los coterráneos que se encuentran en Israel y en la franja de Gaza. Ayer, Perú confirmó el fallecimiento de dos peruanos en Israel. Sigue haciendo seguimiento de los desparecidos, de entre los que ya localizó a uno en Egipto.
Colombia, por su parte, arrancó ayer operación para repatriar 220 personas atrapadas por la guerra. Bolivia también ya coordina el retorno de sus ciudadanos. Finalmente, los vuelos de evacuación de Madrid incluyen varios latinoamericanos. Ayer aterrizó allá el segundo vuelo con 220 ciudadanos de la Unión Europea y de Latinoamérica.