La adquisición de Twitter por parte de Elon Musk: un año de polarización y desinformación
El año de Elon Musk al frente de X marcó el comienzo de una nueva era, transformando la plataforma en un centro para voces de derecha, provocando debates sobre la libertad de expresión y planteando preguntas sobre la difusión de desinformación .
Foto: 27/07/2023. EFE/Étienne Laurent /ARCHIVO
EFE
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El impacto de Elon Musk
En el espacio de un año desde la adquisición de Twitter, Elon Musk ha transformado el ámbito público digital. Musk describió una vez a Twitter como "la plaza pública digital donde se debaten cuestiones vitales para el futuro de la humanidad". Sin embargo, su propiedad ha traído cambios y desafíos significativos, lo que ha llevado a una polarización de la plataforma y una alarmante difusión de desinformación .
La influencia de Musk en Twitter fue evidente desde el principio. Cambió el nombre de la plataforma a "X", simbolizando una ruptura con su identidad anterior y marcando el comienzo de una nueva era. Este cambio de marca estuvo acompañado de un cambio en el contenido de la plataforma, ya que Musk dio una voz destacada a figuras y movimientos políticos de derecha. El resultado ha sido una plataforma que refleja una postura política más conservadora.
Una de las acciones más notables de Musk fue su declaración de guerra contra el "virus del despertar", un término a menudo asociado con la corrección política y las ideologías de izquierda. Aplicó este término a instituciones como The New York Times y Netflix, lo que generó debates sobre la libertad de expresión y la censura.
Una plataforma para la derecha
Musk no dudó en ofrecer una plataforma a figuras políticas conservadoras, entre ellas el expresidente estadounidense Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Ambos son candidatos destacados en las primarias presidenciales republicanas y representan a la facción de extrema derecha del partido.
La decisión de Musk de restablecer la cuenta de Twitter de Trump después de que fuera suspendida por "incitación a la violencia" tras los disturbios en el Capitolio en enero de 2021 llamó la atención. El regreso de Trump a la plataforma estuvo marcado por una foto provocativa de él mismo bajo custodia policial, tomada en una cárcel del condado de Georgia, donde enfrenta cargos relacionados con sus presuntos intentos de anular los resultados de las elecciones de 2020.
Además, Ron DeSantis lanzó su campaña presidencial de 2024 en Twitter y Musk lo entrevistó. Sin embargo, este evento se vio empañado por fallas técnicas, que revelaron los desafíos de usar una plataforma como X para tales esfuerzos políticos.
Nuevas voces en la plataforma
Tucker Carlson, el ex presentador de Fox News conocido por sus opiniones antisistema y de extrema derecha, encontró un nuevo hogar en X. Ahora presenta un programa semanal en la plataforma, donde entrevista a figuras políticas, incluido el candidato presidencial libertario Javier Milei de Argentina.
En su entrevista con Milei, que obtuvo más de 122 millones de visitas, el candidato argentino acusó al Papa Francisco de simpatizar con "comunistas asesinos" y alinearse con "dictaduras sangrientas". Este tipo de contenido en la plataforma ha contribuido a su creciente reputación como centro para las voces de derecha.
Uno de los cambios más significativos implementados por Musk fue la estructura de monetización de X. Reemplazó la convencional marca de verificación azul, símbolo de confianza, por un modelo de suscripción que cuesta alrededor de 8 dólares al mes para cuentas verificadas. Si bien algunas cuentas con muchos seguidores mantuvieron sus marcas de verificación azules sin una suscripción, este cambio ha introducido caos en el sistema de verificación.
Además, X ha enfrentado críticas por recortar personal responsable de monitorear el contenido en la plataforma, lo que provocó un aumento de la desinformación. Durante el conflicto entre Israel y Hamas en octubre, X se convirtió en un campo de pruebas para su enfoque de los acontecimientos noticiosos en tiempo real. Muchos perfiles premium publicaron una declaración falsa de la Casa Blanca, afirmando que Estados Unidos estaba enviando 8 mil millones de dólares en ayuda a Israel después de un ataque de Hamás. Estos perfiles también compartieron vídeos engañosos de conflictos no relacionados, presentándolos como acontecimientos actuales en el conflicto entre Israel y Gaza.
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Escrutinio regulatorio
A medida que crecían las preocupaciones sobre la desinformación, la Comisión Europea inició una investigación sobre el cumplimiento de X con la legislación europea de servicios digitales. El análisis tiene como objetivo abordar la posible difusión de contenidos ilegales, contenidos terroristas, incitación al odio y desinformación.
Linda Yaccarino, directora ejecutiva de la compañía, respondió destacando sus esfuerzos para eliminar y etiquetar contenido relacionado con el conflicto entre Israel y Hamás y eliminar cientos de cuentas vinculadas a Hamás.
Dar forma al discurso en línea
El año de Elon Musk al frente de X marcó el comienzo de una nueva era, transformando la plataforma en un centro para voces de derecha, provocando debates sobre la libertad de expresión y planteando preguntas sobre la difusión de desinformación. El impacto de la plataforma va mucho más allá de sus usuarios e influye en las narrativas políticas y el discurso público.
A medida que el espacio público digital continúa evolucionando, persisten los desafíos de mantener un espacio para el diálogo abierto y al mismo tiempo contrarrestar la desinformación. El futuro de X y su papel en la configuración del discurso en línea sigue siendo incierto. Aun así, una cosa está clara: los cambios provocados por la propiedad de Musk han tenido un profundo impacto en el panorama de la plataforma y en el ecosistema político en línea más amplio.