La búsqueda de México de “desaparecidos” revela un sistema defectuoso
En una medida controvertida, la búsqueda del gobierno mexicano de personas desaparecidas en listas falsas descubrió más de 16.000 personas cuyos hogares no fueron declarados, exponiendo fallas sistémicas en el registro nacional .
14/12/2023.- Activistas, familiares y amigos de Luisa Fernanda García Villegas, mujer de 28 años desaparecida en Acapulco. EFE/David Guzmán
The Latin American Post Staff
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Revelación de los desaparecidos: revelando las verdades ocultas de México
En una revelación sorprendente, el gobierno mexicano anunció el descubrimiento de 16.681 personas previamente catalogadas como desaparecidas que habían regresado a sus hogares sin notificar a las autoridades. Este hallazgo es parte de una polémica iniciativa a nivel nacional liderada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, aparentemente destinada a reducir la alarmante cifra de 113.000 personas "desaparecidas" en el país, una cifra que ha aumentado durante su administración.
A diferencia de las típicas búsquedas en fosas clandestinas y crematorios, esta operación desplegó a unos 5.000 policías y funcionarios para más de 111.000 visitas domiciliarias. Estos esfuerzos se centraron en identificar personas potencialmente activas en registros fiscales, hospitalarios o bancarios.
Sin embargo, este método tiene sus desventajas. Siguen siendo imposibles de rastrear otras 17,843 personas que parecían activas mediante el uso de tarjetas de crédito, registros de vacunas o solicitudes de beneficios gubernamentales mientras estaban desaparecidas. La respuesta del gobierno fue establecer una línea directa, lo que aparentemente cambió la narrativa hacia la criminalización de estas personas no localizadas.
Mantenimiento inadecuado de registros: un obstáculo importante en la búsqueda
La Secretaria del Interior, Luisa María Alcalde, reveló un aspecto impactante de este esfuerzo: el inadecuado mantenimiento de registros del registro nacional. En aproximadamente el 68% de los casos, se necesitaba incluso más información de contacto para iniciar una búsqueda; en consecuencia, muchas denuncias de personas desaparecidas deben tramitarse adecuadamente.
La búsqueda, iniciada hace más de un año en la Ciudad de México y ampliada a todo el país en agosto pasado, confirmó que sólo 12,377 personas, alrededor del 11% de los casos de personas desaparecidas hasta agosto, estaban realmente desaparecidas. Este enfoque, que a menudo implica contactar a familiares angustiados años después, ha provocado la ira entre las familias de los perdidos. Estas familias llevan mucho tiempo realizando investigaciones y registros sin asistencia oficial.
Centrarse en los números, no en las búsquedas sobre el terreno: critican al gobierno
Activistas y familiares de las víctimas critican el enfoque del gobierno en reducir el recuento de personas desaparecidas en lugar de participar activamente en las búsquedas sobre el terreno. Las familias a menudo dependen de pistas anónimas, a veces de ex miembros del cártel, para localizar sitios sospechosos de arrojar cadáveres. Las autoridades suelen limitar su participación a la recuperación de restos, que a menudo permanecen sin identificar. México lucha con aproximadamente 50.000 cuerpos no identificados en morgues y fosas comunes.
Este aparente desinterés en la búsqueda activa de personas realmente desaparecidas se puso de relieve en Guadalajara, donde los lugareños descubrieron un lugar de entierro con 41 bolsas de restos humanos, no gracias a esfuerzos policiales sino después de ver perros con restos humanos.
Categorías cambiantes: "Encontrados vivos" y el debate sobre las cifras
Si bien Alcalde insiste en que el esfuerzo no pretende restar importancia al problema, la categorización de aquellos encontrados cambiará a "encontrados vivos", una lista que ya contiene alrededor de 190.000 nombres. A pesar de esta aparente reducción, los expertos sugieren que el número real de personas desaparecidas puede ser mayor, especialmente en regiones dominadas por cárteles donde denunciar la desaparición de personas puede ser peligroso.
El presidente López Obrador ha atribuido las cifras infladas de personas desaparecidas, que han aumentado en aproximadamente 47.000 desde que comenzó su mandato en 2018, a adversarios políticos que intentan empañar su imagen. Sin embargo, la gravedad del problema es evidente en incidentes como el de San Fernando, Tamaulipas, donde los residentes encontraron calles llenas de cuerpos acribillados a balazos acompañados de amenazas de cárteles.
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Esta iniciativa del gobierno mexicano ha revelado problemas profundamente arraigados dentro del sistema encargado de abordar la crisis de personas desaparecidas. Si bien ha llevado al descubrimiento de miles de personas que no estaban desaparecidas, también pone de relieve las profundas lagunas e ineficiencias en el manejo y la resolución de esos casos, subrayando la urgente necesidad de una reforma sistémica y enfoques de investigación más proactivos.me