Chile rechaza nueva Constitución en histórico referéndum nacional
Los chilenos rechazaron decisivamente una propuesta de constitución conservadora, continuando la lucha para reemplazar el texto de la era Pinochet en medio del descontento político y la división .
17/12/2023.- Integrantes del llamado Equipo Patriota celebran los resultados del plebiscito constitucional, en Santiago (Chile). EFE/Elvis González
The Latin American Post Staff
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Rechazo histórico a la Constitución conservadora en Chile
En un referéndum histórico, los ciudadanos chilenos expresaron un rotundo rechazo a una constitución conservadora recientemente propuesta, un paso significativo en la búsqueda actual del país para reformar un marco legal que se remonta a la dictadura de Augusto Pinochet. Con más de una cuarta parte de los votos escrutados, los resultados mostraron una clara preferencia contra el nuevo texto, con un 54,61% votando en contra y un 45,39% a favor.
Este rechazo marca la segunda vez en los últimos años que los chilenos rechazan un intento de reemplazar la constitución actual. Este proceso surgió de protestas intensas, a menudo violentas, contra la desigualdad en 2019. Estas manifestaciones desencadenaron una ola de compromiso político para abordar problemas sociales profundamente arraigados.
Desafíos en el camino hacia una nueva Constitución
Sin embargo, el camino hacia una nueva constitución se ha visto empañado por luchas políticas internas y la desconfianza pública. El borrador inicial, redactado por una asamblea predominantemente de izquierda, se centró en la justicia social, los derechos indígenas, las preocupaciones ambientales y la igualdad de género. A pesar de sus intenciones progresistas, los votantes rechazaron abrumadoramente el proyecto en septiembre del año anterior.
En una oscilación política pendular, el electorado se inclinó hacia una representación conservadora para redactar la segunda constitución. Este nuevo texto, percibido como más tradicional y favorable al mercado, tenía como objetivo reemplazar la Constitución de 1980. Enfatizó los derechos de propiedad privada e impuso regulaciones estrictas sobre inmigración y aborto, lo que refleja un cambio en el equilibrio ideológico de la asamblea.
A pesar de que las encuestas iniciales indicaban un probable fracaso de la nueva constitución, la brecha se había reducido en las semanas previas al referéndum. El rechazo de este proyecto conservador es visto por muchos como una victoria para el presidente izquierdista Gabriel Boric, quien ha sido un firme defensor de la reforma constitucional.
El compromiso del presidente Boric en medio de la agitación
El Presidente Boric, dirigiéndose a la nación, reafirmó su compromiso de trabajar para el pueblo, independientemente del resultado del referéndum. Su declaración reflejó una comprensión de la necesidad de centrarse en las prioridades de la población en medio de esta agitación constitucional.
Los resultados del referéndum también arrojaron luz sobre la profunda polarización política que afecta a Chile, un factor que muchos votantes citaron como una barrera para alcanzar un consenso sobre una nueva constitución. Esta división subraya los desafíos que enfrenta la nación en sus esfuerzos por ir más allá de la sombra de la era Pinochet y establecer una base legal que refleje los valores y aspiraciones contemporáneas de su pueblo.
El rechazo de la propuesta constitucional conservadora no marca el final del camino constitucional de Chile sino más bien un punto de inflexión. Destaca las complejidades de lograr consenso en una sociedad políticamente diversa y la necesidad de un enfoque más inclusivo y unificador para la reforma constitucional.
Desafíos y lecciones en el camino constitucional de Chile
Mientras Chile lidia con su identidad política y el legado de su pasado, la búsqueda de un nuevo texto constitucional sigue siendo una cuestión fundamental. Los repetidos rechazos indican una población activamente comprometida en la configuración del futuro de la nación, pero que aún determina la dirección que debe tomar. El desafío que enfrentan tanto los líderes como los ciudadanos de Chile es superar las divisiones ideológicas y elaborar una constitución que realmente encarne las diversas voces y necesidades de su pueblo.
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En esta búsqueda constante de un nuevo marco legal, Chile es un testimonio de los desafíos de la transición democrática y la importancia de una gobernanza inclusiva y participativa. La experiencia de la nación es una lección valiosa para los países que enfrentan problemas similares de reforma constitucional y cambios sociales en todo el mundo. El futuro del camino constitucional de Chile sigue abierto; su pueblo aún está escribiendo una narrativa y su búsqueda duradera de una sociedad más equitativa y representativa.