El Estado Islámico se ha responsabilizado por este acto que ha dejado al momento más de 80 heridos

Un saldo de 40 muertos y más de 80 heridos deja un atentado suicida en un centro cultural chií al este de la capital afgana, Kabul. El siniestro también afectó una agencia de noticias, Agencia Voz Afgana (AVA), que se encontraba adyacente al lugar. El autodenominado Estado Islámico (Isis por sus siglas en inglés) reclamó la autoría del hecho. 

Según el portavoz del ministro de Interior, Nasrat Rahimi, en el centro cultural Tebyan se estaba celebrando el aniversario número 38 de la invasión soviética a Afganistán. En el momento que una conferencia del tema se estaba llevando a cabo, se escuchó una primera explosión. Entre las víctimas se encuentran estudiantes, que asistían al foro en el centro Tebyan.

Al conocerse la noticia del ataque un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, negó cualquier conexión de su grupo con el atentado. 

De acuerdo con la agencia de noticias afiliada al Estado Islámico, Amaq, tres bombas fueron detonadas antes que un militante con un chaleco explosivo entrara en las instalaciones del lugar y se inmolara. 

Tanto este centro cultural como la AVA hacen parte de una organización chií financiada por el país vecino, Irán. Los militantes del Estado Islámico en Afganistán atacan objetivos chiíes, quienes componen entre el 10 y el 15% de la población. 

En octubre pasado, una mezquita chií también fue atacada por Isis y en el atentado murieron 56 personas, de mayoría de la etnia hazara, la única chií en el país.

Igualmente, Amaq manifiesta que la AVA no era objetivo del ataque y que cualquier muerte de periodista sería accidental. La misma AVA confirmó que uno de sus periodistas murió en el ataque, mientras que otro se encuentra herido. 

El presidente afgano, Ashraf Ghani, condenó el ataque y dijo: “Los terroristas volvieron a cometer crímenes contra la humanidad atacando mezquitas, lugares santos y centros culturales. Sus crímenes son imperdonables”

Por su parte, el director de Amnistía Internacional para el sur de Asia, Biraj Patnaik, dijo en un comunicado: “Con los repetidos ataques a la capital afgana, nadie puede asegurar con credibilidad que Kabul es segura.  Los gobiernos europeos que insisten con esta peligrosa ficción al devolver forzosamente a los afganos están poniendo sus vidas en riesgo”.

Afganistán presenta un problema de control territorial debido a la extendida presencia de los talibanes en varias zonas del país, además de que varios focos del Estado Islámico han aparecido desde su derrota en Siria. A pesar de que la OTAN tiene apostados 13000 efectivos en el país asiático, no se encuentran en zonas en disputa ni se comparan con los 100 mil hombres que Estados Unidos tenía en la zona. 
 

Latinamerican Post | Iván Parada Hernández

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