A partir del 24 de Junio, las mujeres de Arabia Saudí podrán ejercer esta profesión

En un país en donde las mujeres necesitan el permiso de un “mahram” (llámese esposo, padre, tío o hermano) para hacer cualquier trámite cotidiano como abrir una cuenta bancaria, viajar o rentar un apartamento; parece normal que algo tan frecuente como ver a una mujer taxista haya generado tanta expectación. El ambicioso plan de reformas impulsado por el príncipe heredero Mohammad bin Salmán para “modernizar” el reino contempla una serie de libertades para las mujeres. En 2017 se levantó en Arabia Saudí la prohibición de que pudieran conducir –el único país del mundo que lo impedía-, y ahora se abre la puerta para que las súbditas puedan ejercer una nueva profesión.

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En Arabia Saudí tan solo trabaja el 20% de las mujeres y esta medida pretende elevar la tasa de ocupación hasta el 30% en 2030, según las recientes modificaciones que se han introducido en el país dándole lugar a la mujer. Esta nueva ley ha hecho que en pocas semanas se multipliquen las autoescuelas femeninas en las principales ciudades del país. Estos centros de formación se adaptan a las necesidades de las interesadas, y muchos de ellos tienen convenios con universidades para que las clases de conducir no interfieran con los horarios de estudio de las alumnas. También se clasifica a las aprendices según su nivel de conducción, tanto teórico como práctico, para ofrecerles un programa a medida. Además, las saudíes que hayan obtenido un permiso de conducir en el extranjero podrán convalidarlo con el de su país, aunque deberán someterse a un examen previo para verificar si necesitan formación adicional.

El general Mohammed bin Abdullah al Basami, director del Departamento de Tráfico, señaló en un comunicado de prensa que “ya hay mujeres que trabajan velando por la seguridad de los conductores y vigilando que se cumplan las normas, como usar el cinturón o no hablar por el celular. Ahora con esta medida pretendemos diversificar sus oportunidades laborales”. Las mujeres podrán ejercer este derecho tanto en compañías de taxis tradicionales, como en las nuevas plataformas de transporte por internet. También se ha confirmado que las normas de circulación se aplicarán de forma igualitaria a mujeres y hombres, eliminando las diferencias que existen en casi todos los ámbitos de la vida en Arabia Saudí.

Curiosamente, ni esta medida ni la de permitir conducir a las mujeres en 2017 han supuesto un aumento en la venta de vehículos, cuando el sector esperaba grandes resultados. El plan Visión Saudí 2030 lanzado por el príncipe Salman busca “acabar con la adicción al petróleo” del reino. A pesar de ser el mayor productor y tener las más grandes reservas de crudo, el heredero es consciente de que Arabia Saudí debe empezar a diversificar su economía, como han hecho sus vecinos de Qatar y Emiratos Árabes Unidos, si no quieren tener problemas cuando el “oro negro” empiece a escasear.

Aunque pequeño, este es un paso más en la carrera de obstáculos que supone la vida de una mujer saudí, que se suma a la autorización implantada en enero para que puedan asistir a partidos de fútbol, o al primer concierto de una mujer que tuvo lugar en Riad, capital de Arabia Saudí, a finales del año pasado.

Latin American Post | José María González Alonso

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