Arabia Saudita mira hacia el futuro
Visión 2030: la potencia árabe debe dejar de depender en el petróleo
El príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman será el rey de su país y actualmente se desempeña como Ministro de Defensa y como Presidente del Consejo de Asuntos Económicos y de Desarrollo. Uno de sus revolucionarios planes para cambiar y mejorar Arabia Saudita es dejar atrás su dependencia en el petróleo, materia prima de la que obtiene cerca del 70% de sus ganancias actuales.
Según afirmó el director del Fondo Monetario Internacional para Medio Oriente y Asia Central, Masud Ahmed, Visión 2030, como se denomina el plan que busca implementar el príncipe, "no es sólo un esfuerzo de equilibrar las cuentas fiscales durante los próximos cinco años, sino que además busca transformar la economía para hacerla menos dependiente del petróleo. Esos son objetivos bien recibidos y son exactamente el tipo de transformación que necesita una economía como la de Arabia Saudita". Dejar atrás dicha dependencia sería muy beneficioso para un país que importa gran parte de los bienes de consumo, pues podría ser una oportunidad para desarrollar la industria nacional más allá del sector energético.
Visión 2030 se basa en una serie de reformas económicas y sociales para expandir las capacidades de este reino. Por ejemplo, una de las propuestas es la de convertir la empresa petrolera Aramco en un conglomerado industrial global. Otra es llevar al Fondo de Inversión Pública a ser el mayor fondo soberano del mundo.
El plan tiene tres fundamentos sobre los que se basa el príncipe:
- La posición de Arabia Saudita como el corazón del mundo árabe e islámico
- Sus capacidades superiores en inversión
- Su estratégica ubicación geográfica
Bin Salman escribe en la página oficial del proyecto: “nuestra Visión es la de un país tolerante, con el Islam como su constitución (…), recibiremos individuos cualificados de todo el mundo y respetaremos a aquellos que quieran unirse a nuestro camino y a nuestro éxito”. Como queda claro, el heredero a la corona promueve una política más tolerante y transparente.
Al tener todo lo anterior en cuenta es claro que el plan busca mejorar el ambiente de negocios para el crecimiento de la economía, “logrando oportunidades de empleo más sanas para los ciudadanos y prosperidad a largo plazo, para todos”.
El padre de Mohammed bin Salam, el rey actual de Arabia Saudita Salman bin Abdulaziz, apoya la propuesta de su hijo. Visión 2030 resulta interesante, pero también arriesgada, no solamente por el cambio de paradigma implicado, sino por los retos políticos y económicos que conlleva transformar el sistema de un país que se ha apoyado siempre en el oro negro.
La implementación del plan afectará todo el mundo. Sólo queda esperar para ver qué efectos tendrá y cómo se verá involucrada América Latina.
Latin American Post | María Pía Wohlgemuth Neira
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