Ardern y Erdogan: Respuestas distintas a un mismo incidente

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La masacre en Christchurch despertó la respuesta de varios mandatarios. ¿Cuáles fueron sus reacciones respecto la masacre?

¿Ankara se aleja de la Unión Europea?

La respuesta del mandatario Erdogan frente al asesinato de más de 50 musulmanes en Nueva Zelanda fue clara y contundente. Según la Deustche Welle, este mandatario turco juró vengar las víctimas de la masacre, si el gobierno de Nueva Zelanda no castiga al serbio-australiano, Brenton Terrant.

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Sin embargo, Erdogan fue más allá de unas simples declaraciones y criticó las leyes de este país oceánico. Según este mismo medio alemán, el máximo mandatario de Turquía “lamento que la vida de las personas sean tan baratas en ese país” y no se aplique todo el peso de la ley contra un criminal.

Sin embargo, las palabras que sacudieron a la Unión Europea fueron la consideración de reincorporar la pena de muerte en Turquía. Como apuntó El País, Erdogan prosiguió sus declaraciones argumentando que la abolición de la pena de muerte en la anatolia fue un error, y por esto se debería reconsiderar esta decisión.

Años atrás, Turquía había abolido la pena de muerte como un gesto de acercamiento con la Unión Europea, debido a que esta país asiático desea entrar a la comunidad europea.

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Según Sputniknews este mandatario ya había tomado varios pasos para acercarse a la pena de muerte y alejarse de Bruselas, puesto que, en el año 2017, Turquía decidió pasar de una República parlamentaria a una República presidencialistas. Decisión que se traduciría en plenos poderes para la libre remoción de funcionarios y la sanción de leyes por decreto.

Wellington apunta a otra dirección

En contra posición de Ankara, Jacinda Arder, Primer Ministra de Nueva Zelanda, tomó una decisión más pacífica. Pues, según El país, Arder declaró que las armas semiautomáticas y rifles de asalto serán prohibidas, así como también, todas las armas de carga rápida.

El país retrató las palabras de esta mandataria: "Anuncio que Nueva Zelanda prohibirá todas las armas semiautomáticas de estilo militar. También prohibiremos todos los fusiles de asalto… Para resumir, cada arma semiautomática empleada en el ataque terrorista del viernes quedará prohibida en este país”.

Sin embargo, Jacinda Arder fue más allá de una simple prohibición. Según el centro de noticias del Vaticano, esta mandataria declaró que este hecho marca un precedente en Nueva Zelanda, y al contrario de lo que muchos antinmigrantes neozelandeses piensan, este no es un problema de fronteras o países exclusivos, sino de algunas ideologías radicales.

 Unido a esto, Arder terminó sus declaraciones insistiendo que el nombre del terrorista nunca más debía ser nombrado, porque así, de ese modo, se evitaría volver famoso a un ser malvado. Finalmente, sus últimas palabras respecto al extremismo fueron: “extirparla dondequiera exista y hacer que no se pueda crear un ambiente donde pueda arraigarse”.

LatinAmerican Post | Miguel Díaz

Copy edited by Vanesa López Romero