La administración de Macri creó una nueva doctrina de seguridad que buscará combatir el narcotráfico y terrorismo dentro del país 

Con una nueva estrategia para el combate al terrorismo y narcotráfico y, a la vez, con la intención de dar un giro en la política de seguridad social, el Gobierno Argentino, encabezado por su presidente Mauricio Macri, hizo el anuncio de una nueva doctrina de seguridad con la creación de una Fuerza de Despliegue Rápido que actuaría en todo el país. 

Según el ministro de Defensa, Oscar Aguad, esta fuerza de despliegue estará conformada por miembros de las tres Fuerzas Armadas, es decir Ejercito, Marina y Fuerza Aérea, quienes prestarían apoyo a las Fuerzas de Seguridad en temas relacionados al narcotráfico y terrorismo y, según lo que señalan algunos medios, también haría frente a la “amenaza mapuche”. 

Hay que destacar que Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina, señaló que “como política pública, vamos a defender una policía en acción que no se deja matar”.  Todo esto tras el anuncio de una “nueva doctrina” del ejercicio de la autoridad en el país sureño. 

Bullrich también acotó que en un país civilizado, el Estado es quien “se encarga de darle la presunción de inocencia a su policía” y con las medidas, lo que están buscando es garantizar acciones para “impedir el delito”. 

Sin embargo, es importante destacar que esta medida ha despertado preocupación en Argentina al argumentar que esta doctrina sólo dará paso al “gatillo fácil” o al menos es lo que argumentan grupos y autoridades dedicadas a la protección de derechos humanos tanto nacionales como internacionales. 

Es por esto que el diputado Guillermo Cardona lanzó fuertes críticas al involucramiento de las Fuerzas Armadas en temas relacionados a la seguridad interior, destacando que lo único que buscan consolidar es el modelo represivo del gobierno Macri.  

Hay que recordar que una de las mayores preocupaciones que se vive dentro del territorio argentino con este tipo de medidas son los modelos represivos, los cuales azotaron al país con abusos sobre los derechos humanos en la dictadura entre los años 1976-1983. 

Sin embargo, durante su más reciente visita en Estados Unidos, la ministra de Seguridad aseguró que esto no va en contra de las garantías constitucionales, sino a raíz de los hechos ocurridos en el caso del agente Luis Chocobar, quien disparo a un delincuente, así que no habría que temer a lo que señalan los críticos. 

Además, desde el FBI, la ministra recibió elogios y cerró acuerdos de colaboración frente a la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, logrando enlazar otras agencias norteamericanas como la DEA, la Oficina de Seguridad Interior y el Departamento de Estado. 

Será materia para examinar los próximos pasos que realicen las autoridades de seguridad en Argentina, donde uno de los temas centrales de la administración ha sido la inseguridad. A pesar de las críticas y rumores que se han suscitado en un país que aún vive con los estigmas de la represión social. 

Mano dura 

Esta llamada “mano dura” llega en un momento complicado en Argentina donde se encuentra en discusión el papel de las fuerzas de seguridad en el combate contra la delincuencia. 

Esto nace a raíz del caso Chocobar, un policía quien le disparó por la espalda a un presunto ladrón que asaltaba a un turista y, a pesar de que no hay evidencias claras del hecho, más que una grabación donde se aprecia lo ocurrido el gobierno felicitó al agente por haber “cumplido su deber”. 

Latin American Post | Julio Abella

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