¿Qué sucedería si los independentistas consiguieran revalidar su mayoría?

Según el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas de España), desde la aplicación del artículo 155 el pasado 21 de octubre, la preocupación de los españoles por la independencia de Cataluña ha pasado del 29% en octubre al 24,6% en noviembre, situándose detrás de otros asuntos como la corrupción o la economía. El gobierno de Mariano Rajoy no oculta su satisfacción al alegar que tomar esta medida extraordinaria ha conseguido apaciguar los ánimos secesionistas en esa región.

Sin embargo, esta aparente calma puede verse rota dependiendo de los resultados de las elecciones autonómicas del próximo 21 de diciembre. El último sondeo del CIS, publicado el 4 de diciembre, pronostica que el bloque no independentista –conformado por Ciudadanos, Partido Socialista de Cataluña (PSC), Partido Popular de Cataluña (PPC) y Catalunya en Comú-Podem- sumaría más votos y escaños que las fuerzas secesionistas, pero con un margen mínimo, que se traduce en 69 escaños para los primeros y 67 para los segundos. La mayoría absoluta son 68.

La gran pregunta es: ¿qué sucedería si los independentistas consiguieran revalidar su mayoría? Parece claro que si esta situación se diera la llama independentista tomaría un nuevo impulso, pero sus líderes evitarían, durante un tiempo, desafiar al estado con referéndums ilegales para buscar un apoyo más sólido en las calles.

Con el ‘expresident’ de la Generalitat Carles Puigdemont oculto en Bélgica y su mano derecha, el ex vicepresidente Oriol Junqueras, encarcelado en Madrid, el independentismo prepara su ofensiva electoral para mantener su poder en el Parlamento de Cataluña. El pasado 4 de diciembre salieron de prisión, previo pago de una fianza de 100.000 euros cada uno, seis exconsellers (consejeros), que permanecían presos en diferentes cárceles de la capital española desde hace más de un mes. Uno de ellos, Josep Rull, publicó un tuit nada más abandonar la cárcel en el que confirmaba que sus “convicciones están más fuertes que nunca”.

En el bloque no independentista lo que más preocupa son las disputas internas, las cuales podrían entorpecer un posible pacto en el caso de que se alce con la mayoría el 21-D. Podemos ya ha dicho que no apoyaría una alianza entre Ciudadanos y PSC, un acuerdo que parece inevitable pues son los dos partidos políticos unionistas más fuertes. Mientras tanto, el PPC espera ser, al menos, un actor clave en el pacto, sabiendo que su peso en Cataluña es cada vez más residual -pasaría de tener 11 escaños a 7- según el sondeo del CIS.

Con la causa independentista huérfana de apoyo internacional y su líder prófugo de la justicia, son muchos los que se cuestionan quién va a ser la cara visible de los secesionistas en unos comicios que ya están a la vuelta de la esquina y que serán clave para el panorama político español en 2018. La inmensa mayoría de los españoles están en modo Navidad, por lo que parece una buena época para que el tema de Cataluña pase a un segundo plano, pero dependiendo de los resultados que se den en las elecciones el turrón no le sentará igual a todo el mundo.

Latin American Post | José María González Alonso

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