Colombia: el Paro Nacional continua y las cacerolas no pararán de sonar

La muerte del joven estudiante Dilan Cruz se ha convertido en un símbolo de la violencia que vive Colombia, por lo que la sociedad civil ha convocado más protestas en los próximos días

Dilan Cruz murió a causa de un golpe propinado presuntamente por una aturdidora lanzada directamente contra él por parte de un miembro del Escuadron Móvil Antidisturbios (ESMAD). La muerte, que fue confirmada por el Hospital Universitario San Ignacio en la noche del 25 de noviembre, causó indignación en cientos de miles habitantes que, además de todos los pedidos por los que se convocó en primer lugar el paro, piden que se acabe con el ESMAD y el abuso de la fuerza policial.

A raíz de las protestas que empezaron el 21 de noviembre, el presidente Iván Duque ha convocado a una ‘Gran Conversación Nacional’, en la que ha decidido reunirse cada día con distintos sectores que puedan aportar a los cambios que pide el pueblo colombiano. Esta conversación Nacional ha sido criticada por muchos pues no atiende directamente a lo que el Comité Nacional del Paro y los sindicatos y organizaciones están pidiendo, criticando además que se haya decidido reunir primero a los alcaldes electos que con la población civil.

Después de la primera reunión en este marco, el presidente afirmó que los ejes transversales que se cubrirían en estas conversaciones serían: empleo, educación, lucha contra la corrupción, paz con legalidad, medio ambiente y fortalecimiento institucional.

El día martes 26 de noviembre era el turno para la conversación Nacional con el Comité Nacional del Paro. Ese mismo día, Colombia había despertado con la noticia de la muerte de Cruz y los ánimos estaban llenos de tensión. 

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Entre los 13 pedidos que hizo el comité como puntos clave para dialogar sobre los problemas que aquejan a los colombianos, se incluía el ‘paquetazo’ de Duque, educación, salud y la eliminación del ESMAD, entre otros. A la mesa, además, llegaron tras la confirmación de la expedición de un decreto que aprueba un Holding Financiero, que privatizaría algunas empresas públicas. También llegaron a la mesa después de declaraciones del presidente afirmando que la reestructuración del ESMAD no estaba en negociación. 

Este terreno hostil contribuyó para que organizaciones como Fecode (Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación) y la CUT (Central Unitaria de Trabajadores) rechazaran la conversación con el gobierno. Entre sus quejas está la falta de garantías y respuestas del gobierno frente a sus peticiones específicas, y la disuación del diálogo a través de la llamada ‘Gran Conversación Nacional’.

La principal crítica de los opositores hacia Duque en el marco del paro, es que no ha sido contundente ni se ha dispuesto a escuchar de manera atenta las peticiones, que son urgentes y deben traer soluciones prontas. Por el contrario, la ‘Gran Conversación Nacional’ que ha convodado serán una serie de charlas que irán hasta el 15 de marzo, hecho que no atendería dicha urgencia.

Como consecuencia de esto, el comité organizador y los sindicatos convocados para la conversación el martes 26, afirmaron que el miércoles 27 habría otro Paro Nacional, lo que significa que los sectores incluídos no trabajarán y saldrán a las calles a seguir protestando en un acto aún más masivo que lo que se ha visto la última semana con los cacerolazos. El paro se realizará principalmente en rechazo al gobierno, pero también como homenaje a Dilan.

La muerte del estudiante Dilan Cruz desató aún más el descontento de la población, que ha denunciado decenas de ataques de la fuerza pública, tanto golpes a manifestantes, dispersiones con gases lacrimógenos de manera indiscriminada, hasta ataques a la propiedad privada con piedras por parte de los policías. Por eso y por las razones originales del paro, jóvenes no han parado de marchar. El martes 26, miles de ciudadanos se reunieron en Bogotá en el lugar que fue atacado el joven, al igual que en el hospital donde fue atendido y en otros puntos de la ciudad para velarlo y gritar en su nombre.

La jornada reciente de manifestaciones ha incluido un llamado a la no violencia y las cacerolas, la música y los cánticos han sido en contra de la violencia, de donde sea que provenga. En los días de paro, otros civiles han resultado heridos, al igual que miembros de la Fuerza Pública. Por lo que el llamado es a rechazar la violencia y no centrarse en bandos, “Todas las vidas cuentan”, “Todos somos Dilan” y “Dilan no murió, a Dilan lo mataron’, han sido algunas de las frases que han marcado los recientes hechos en el país.

Otro de los casos que conmocionó al país fue el suicidio de un joven soldado. Brandon Cely, de 21 años, grabó un video en el que apoyaba al paro Nacional, pero se sentía afligido por no poder hacerlo por pertenecer a las Fuerzas Armadas. “No somos de derecha ni izquierda. Somos el pueblo. Nosotros, el Ejército se conformó con el pueblo, porque nuestra familia es del pueblo”, decía el joven. Apelaba a las razones, diciendo que no había tenido oportunidades laborales, por lo que terminó callando abusos de las Fuerzas Armadas. Aseguró que en Ejército le quitaron la voz y el voto: “no tengo derecho a opinión… no tengo derecho a hablar sobre las irregularidades que tiene el ejército”

Estas muertes han sido un llamado al pueblo colombiano a reaccionar sobre la violencia se ha tomado miles de víctimas, tanto civiles como oficiales. Mientras tanto, los cacerolazos y las arengas continuan a lo largo y ancho del país, incluso en el Congreso.