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Colombia: la Guajira será el laboratorio de las políticas de Gustavo Petro

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció un estado de emergencia en esta región del país y pretender poder implementar sus políticas que no pudieron pasar en el plano nacional.

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Foto: TW-petrogustavo

LatinAmerican Post | Santiago Gómez Hernández

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La Guajira es uno de los 33 departamentos y distritos en los que está dividido Colombia. Es el 19 en población (cerca de 1 millón de habitantes) y el 25 en superficie. Está en el extremo norte del continente, con el punto más meridional de Sudamérica, con frontera directa con Venezuela. En esta parte del país, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ve una oportunidad para poder demostrar sus proyectos que busca implementar en todo el territorio nacional.

El mandatario colombiano tiene en este departamento un desafío mayor. No solo porque es el antepenúltimo en Índice de Desarrollo Humano en toda Colombia, solo superado por Guainía y Vaupés, sino porque tiene serios problemas estructurales en materia de pobreza y desnutrición infantil. Las cifras oficiales indican que hay una pobreza del 67% en los habitantes y una tasa de mortalidad de menores de 5 años de 21 por cada 100.000 nacimientos.

Estos problemas no solo se deben a que La Guajira es predominantemente una zona desértica y con poca vegetación y cultivos, sino por problemas de corrupción y desigualdad históricos. Acá está ubicada, por ejemplo, la mina del Cerrejón, una de las mayores minas de carbón a cielo abierto del mundo. Produce más de 32 millones de toneladas de carbón al año, lo que contrasta con los índices de pobreza del departamento.

Declaración de emergencia

Este panorama parece ser el motivo por el que Gustavo Petro anunció el Estado de Emergencia Económica Social y Ecológica en La Guajira. Dentro de sus propuestas, está apoyar el desarrollo de la energía eólica, en una zona en la cual las fuertes brisas siempre fueron un recurso despreciado. Esto, con la idea de generar la tan anhelada transición energética que prometió el líder del Pacto Histórico desde su campaña.

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Igualmente, Petro busca implantar un modelo de salud y educación público que espera poder escalar al resto del país. Desde hace varios meses, ha sido infructuosa su petición de aprobar una reforma al sistema de salud en el Congreso. Incluso, fue la causante de la desintegración de la coalición de Gobierno con los partidos tradicionales. Muchos de estos (Partido Liberal y Partido de La Unidad Nacional) vieron en la reforma sanitaria un obstáculo para continuar dentro de la bancada progresista.

De esta forma, el Gobierno Nacional vio la posibilidad de despejar miedos y dudas a un modelo distinto. A pesar de las constantes críticas que genera el modelo mixto entre modelos públicos y privados que hoy funciona en el país sudamericano, muchos ven con recelo un cambio radical que ponga en riesgo los pocos beneficios que hoy reciben.

Pues Petro, astutamente, tendrá a La Guajira como modelo de su visión: un sistema de salud público, enfocado en la prevención. Para esto, busca construir “300 equipos extramurales de salud que se desplegarán por el territorio, de manera permanente, llevando la vacuna, llevando la nutrición, llevando las posibilidades de una salud preventiva y atención primaria”.

Para esto, Petro solicitó el apoyo de las universidades para enviar a los estudiantes de medicina de último grado, con el fin de poner en marcha este proyecto.

Adicionalmente, Petro también anunció la creación de la Universidad Wayuu, para aumentar la oferta de universidades públicas en la región, con la creación de facultades de medicina y enfermería.

Críticas al proyecto

A pesar de su ambicioso plan y la intención de saldar una deuda histórica que el país tiene con el departamento de La Guajira, hay diversas voces críticas. Germán Vargas Lleras, exvicepresidente de Colombia (Juan Manuel Santos) y exministro de vivienda y del interior, hizo pública sus críticas a este proyecto. El líder del partido Cambio Radical dijo en su columna de opinión en El Tiempo que “no se necesitaba de ninguna declaratoria de emergencia social y económica. Seamos claros. Este Gobierno no tenía ni tiene ningún plan para La Guajira”.

Igualmente, varios opositores y críticos creen que el decreto no tiene los suficientes argumentos para ser sostenido por la Corte Constitucional. El exministro de Comercio y Hacienda del gobierno de Iván Duque, José Manuel Restrepo, dijo para el diario El País de Cali que “el decreto es bastante débil para demostrar que hay un hecho sobreviniente y menos sobre sus impactos (fenómeno de El Niño), e increíblemente las cifras históricas que se anexan en salud por desnutrición y mortalidad infantil parecen probar todo lo contrario”.

Ahora solo quedará esperar si el máximo órgano judicial respalda la iniciativa del presidente al encontrarla fundamentada. Sin entrar a juzgar sus proyectos, la Corte Constitucional deberá evaluar si hay suficientes elementos para que el presidente gobierne por decreto en La Guajira. Pero, si la corte lo confirma, Petro tendrá la posibilidad de implementar los proyectos que no logró aprobar en el resto del país. Un laboratorio en el que el éxito será trascendental para el futuro de su presidencia, pero el fracaso, podría costarle la credibilidad para sus otros proyectos.

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