Corea del Norte: “Latinoamérica como territorio amigable”
La oferta de productos norcoreanos es más amplia de lo que se cree para la región
El vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, durante su recorrido en Latinoamérica, mantuvo la propuesta de aislar a Corea del Norte. “Es importante que el régimen de Corea del Norte entienda que todas las opciones están sobre la mesa”. Pence considera que es de “gran importancia” que el régimen de Kim Jong Un en Corea del Norte se sienta aislado. “Esperamos que Chile, Brasil, México y Perú se unan a nosotros rompiendo todos sus lazos diplomáticos y comerciales con Corea del Norte”.
Corea del Norte condenó, en duros términos, la petición de EE. UU. a América Latina de cortar sus lazos diplomáticos y comerciales con Pyongyang. Un portavoz de la Cancillería norcoreana ha dicho a la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA, por sus siglas en inglés) que tal solicitud constituye una injerencia en los asuntos internos de otros países, así como una violación del derecho internacional. “Tal comportamiento coercitivo supone una muestra de extremo egoísmo y arrogancia por parte de Estados Unidos que busca beneficiarse sacrificando a otras partes del mundo”, ha aseverado el portavoz norcoreano.
Finalmente, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Norte ha prometido que el Gobierno de su país seguirá avanzando en sus vínculos amistosos con muchos países del mundo en función de la ideología de autosuficiencia, paz y amistad.
Corea del Norte a pesar de su extremo aislacionismo, tiene más conexiones comerciales con América Latina de lo que uno podría suponer. En 2015, la nación comunista vendió señales de tráfico a Paraguay, cuchillas de afeitar a Colombia, pescado a Ecuador y neumáticos a Bolivia; vino chileno y pieles brasileñas, por mencionar apenas algunos renglones inusuales en el comercio que existe entre Corea del Norte y América Latina.
El comercio global con Corea del Norte está limitado por las sanciones económicas impuestas a esa nación por la comunidad internacional. De un modo u otro, según las estadísticas oficiales, hay un flujo comercial con América Latina. Por cuenta del petróleo, México aparece como el socio comercial más importante de Corea del Norte en la región, según las estadísticas de 2015, el último año disponible para una comparación regional.
Los mexicanos compraron US$13,8 millones en productos norcoreanos, incluyendo piezas de computadoras, según indica el Observatorio de Complejidad Económica (OEC, por sus siglas en inglés) de la universidad estadounidense MIT. Otros vendedores a Corea del Norte incluyen a Perú, que les proporciona cerca de US$22 millones anuales en cobre, y en menor proporción, Brasil y Chile. Esta última nación le vendió, en 2015, unos US$2 millones a Corea del Norte, principalmente, en cobre; también le vendió frutas, y, sorprendentemente, poco más de US$65.000 en vinos, señala OEC.
El principal comprador de bienes norcoreanos en la región es Chile, que importó US$22 millones de productos de esa nación en 2015, en especial productos de hierro y accesorios para autos. El segundo lugar, inesperadamente, es para una economía pequeña como la paraguaya, que le compró US$16 millones a Corea del Norte, incluyendo US$6 millones en remolcadores, y US$1 millón en un rubro que aparece como “audífonos y micrófonos”, según el OEC.
En cuanto a Brasil, el cual para 2015 había comprado US$15 millones en mercancías norcoreanas; en 2016, ese monto había caído a US$8,7 millones, según datos del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios, que podría deberse a la crisis interna que vive el país.
El comercio entre Latinoamérica y Corea del Norte se reduce en al envió de materias primas por parte del subcontinente americano y la recepción en este de bienes manufacturados del misterioso país asiático. Ante la solicitud de Pence de aislar a Corea del Norte, para los latinoamericanos es de vital importancia presionar para una península coreana libre de armas de destrucción masiva, pero no asimilan la idea de frenar lazos comerciales, aseverando que el comercio mutuo no es tan elevado como para ser un factor decisivo, y que por el contrario sí podría afectar la industria latina y la relación cordial que hay entre el país asiático y la región.
Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella
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