La cancelación de una reunión de alto nivel entre las dos Coreas pone en tela de juicio la hipotética cita entre Donald Trump y Kim Jong-un en junio

Todos los esfuerzos por lograr un acercamiento mucho más profundo entre Corea del Norte y Corea del Sur tuvieron el pasado martes 15 de mayo un primer altibajo. Desde Pyongyang, capital del régimen norcoreano, medios del país del Norte confirmaron la cancelación de la conversación de alto nivel que ambas Coreas mantendrían el miércoles 16.

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Cabe recordar que el pasado 27 de abril el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, cruzó la zona desmilitarizada que divide a las dos Coreas para ser recibido por su homónimo del Sur, Moon Jae-in. Esta reunión fue la primera desde 2007, así como una de las más especiales desde que los dos países de la península coreana están en disputa, hace 68 años.

¿Por qué la sorpresiva decisión de Corea del Norte?

Durante el pasado fin de semana, cerca de 100 aviones de guerra realizaron ejercicios militares dentro de la península. Dichos simulacros fueron dirigidos por fuerzas armadas estadounidenses y surcoreanas, en lo que es ya una tradición anual en la que participan cerca de 1500 soldados de ambas nacionalidades.

Por supuesto estas maniobras no fueron de agrado para Corea del Norte, en donde tildaron las acciones como una “provocación”, según la agencia central de noticias de dicho país, KCNA.

“Estas maniobras son contra nosotros y se realizan en todo Corea del Sur en un desafío flagrante a la Declaración de Panmunjom. Son una provocación militar intencionada que va en contra de los acontecimientos políticos positivos de la península de Corea”, informó la KCNA.

Por su parte, el Departamento de Estado de los Estados Unidos trató de excusarse por medio de su portavoz Heather Nauert, quien aseguró que las actividades militares se llevaron a cabo con base “en que Kim Jong-un dijo con anterioridad que aceptaba los ejercicios conjuntos entre Estados Unidos y Corea de Sur”.

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Repercusiones

Con esta decisión, Kim Jong-un demostró una vez más su inestabilidad emocional ya conocida, con actos que no dan fe de lo que pueda pensar o querer a futuro.

Debido a esto, no es raro que expertos en política internacional manifiesten su miedo por la actitud que pueda mostrar el líder norcoreano ante la reunión programada con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la primera que se daría en un marco de paz y tolerancia entre ambos mandatarios. 

Sobre el papel, la cita tendrá lugar el próximo 12 de junio en Singapur. No obstante, la KCNA ha infundido cierto grado de desconcierto con la decisión que pueda o no tomar Kim Jong-un en los próximos días, al transmitir un fragmento de comunicado que para algunos analistas puede ser tomado como una amenaza de cancelación.

“Estados Unidos también tendrá que deliberar cuidadosamente sobre el futuro de la cumbre norcoreano-estadounidense prevista ante este embrollo militar provocativo conjunto con las autoridades surcoreanas”, indicó la agencia norcoreana.

Sin embargo, lo que en este momento más preocupa a las autoridades internacionales es la cachetada que representa para la Declaración de Panmunjom la cancelación de la reunión de alto nivel entre las dos Coreas, asunto que se trató en la pasada cumbre entre Kim Jong-un y Moon Jae-in. Este tratado entre los países de la península es el primer paso para la desnuclearización de la zona, así como la unión entre las naciones hermanas y el permitir la participación económico-social de Estados Unidos y China en sus negocios.

Latin American Post | Christopher Ramírez Hernández

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