Cuba: ¿cuál es el balance del primer año de gobierno de Díaz-Canel?
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Se ha cumplido un año desde que el presidente asumió funciones bajo la promesa de darle continuidad a la Revolución
Esta semana se cumplió un año desde que Cuba cambió de jefe de Estado. Miguel Díaz-Canel sucedió a Raúl Castro en el poder, lo que para algunos significó una esperanza de transición en el régimen cubano. No obstante, el ingeniero de 59 años prometió -durante su toma de posesión- darle continuidad al proyecto revolucionario de los Castro, lo que derrumba cualquier oportunidad de reforma de la rígida realidad de la isla caribeña.
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Es en esta contradicción entre un horizonte de cambio y la continuidad de un modelo desgastado que Cuba ha transitado este último año. Siendo esto así, ¿cómo se ha desempeñado el presidente Díaz-Canel desde su posesión?
Inicialmente, la creación de una nueva constitución exacerbó las expectativas de reformas en el sistema político cubano. Las nuevas propuestas incluyeron el reconocimiento de la propiedad privada; la reintroducción del presidente y el primer ministro, además de la separación de sus facultades de las del jefe del Consejo de Ministros; el establecimiento de un libre mercado, además del reconocimiento de varias libertades civiles.
Aunque esta nueva constitución se muestra como un camino hacia la evolución política y social de Cuba, apenas entró en vigor el 10 de abril, luego de que fuera aprobada vía referendo por -según Reuters- 84.4% del electorado habilitado para votar. Juzgar sus efectos tras menos de un mes de vigencia sería ingenuo, aunque lo que sí es cierto es que no es necesaria la legitimidad de la nueva constitución para introducir cambios sustanciales en la cotidianidad cubana.
Ejemplo de esto es la paulatina introducción de internet en la vida de los cubanos. Antes era un servicio restringido y de escasa penetración, pero desde 2014 se ha convertido en un objetivo del régimen, a medida que mejora las condiciones de acceso para cubanos y extranjeros. Incluso, el presidente Díaz-Canel abrió su propia cuenta de Twitter, como estrategia de acercamiento al internet para los cubanos. No obstante, según el portal Cuba Debate, la cobertura en la isla no alcanza el 50% para internet en los hogares y el servicio de internet móvil llega al 66% del territorio.
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El embargo de Estados Unidos
Adicional a esto, Estados Unidos recrudecerá el embargo comercial que ya tenía impuesto sobre la isla. El gobierno de Donald Trump activó el título III de la llamada Ley Helms-Burton, la misma que regula el embargo cubano; las consecuencias se verán luego de que entre en vigencia la medida, el 1 de mayo. Un embargo puede sumir a cualquier nación en crisis económicas, puesto que no permite, en este caso, a ciudadanos estadounidenses comerciar con la isla, lo que obliga a Cuba a buscar otros mercados.
Claramente, Venezuela ha sido un apoyo económico fundamental para mantener a Cuba a flote durante los últimos años, esto a pesar del embargo. Según la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, Venezuela entregó durante 3 años alrededor de US$ 18 mil millones de dólares a la isla.
Sin embargo, las sanciones que el Título III pueden ser desastrosas no para Cuba, sino para empresas o personas con propiedades en la isla, pues faculta a cualquiera que haya perdido sus posesiones a manos del régimen de los Castro a demandar a los beneficiarios de dichas propiedades.
En suma, el panorama de Cuba no es alentador, pero no se puede pensar que es únicamente producto de la gestión del actual gobierno. Las relaciones con Venezuela y E.E.U.U. son fundamentales para el desarrollo de la isla y la entrada en vigor de la nueva constitución podría impulsar un cambio -aunque lento- pero potencialmente sustancial.
LatinAmerican Post | Iván Parada Hernández
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