CCDHRN reporta que cada año más de 5.000 personas son privadas de la libertad por razones políticas

Un informe presentado por el grupo disidente Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), demostró que durante el primer mes de 2018 se registraron más de 300 detenciones arbitrarias en la isla, por motivos políticos.

La ONG, que trabaja en la promoción y defensa de los derechos humanos en Cuba, reporta mensualmente situaciones de represión política y transgresiones a los ciudadanos. En su más reciente publicación, la organización destacó que en el mes de enero pudieron verificarse 330 detenciones arbitrarias temporales, contra pacíficos disidentes cubanos.

Aunque la cifra demuestra una notoria disminución con respecto a la registrada durante el primer mes de 2017 -487 detenciones-, la cifra es más alta que la calculada en los dos meses inmediatamente anteriores. En diciembre y noviembre, se contaron 316 y 302 detenciones arbitrarias, respectivamente.

El informe que enlista el nombre de cada una de las personas interceptadas por las autoridades, destaca en su mayoría que los ciudadanos fueron detenidos mientras intentaban asistir a actividades opositoras pacíficas. El reporte documenta además 14 casos de hostigamiento y al menos una agresión física contra una mujer.

CCDHRN también expone que durante enero, la policía de seguridad del estado ejecutó una oleada de despojo sistemático de medios de trabajo en manos de la oposición. La policía decomisó computadoras, teléfonos celulares y aplicó altas multas económicas. Estas acciones responden al objetivo de debilitar las organizaciones opositoras.

De acuerdo con datos recogidos por esta misma organización, la cifra global de privaciones temporales de libertad arbitrarias contabilizada en 2017, fue de 5.155 detenciones. Al promediar las detenciones, el resultado evidencia 430 arrestos políticos mensuales por parte del régimen cubano.

Golpizas y denigración: ¿Tácticas para la represión?

Según un informe publicado por Human Rights Watch, el gobierno cubano continúa reprimiendo y castigando a la crítica pública. Aunque las detenciones a defensores de derechos humanos, periodistas independientes y líderes ciudadanos, ha disminuido en comparación con el año 2016, aún siguen registrándose numerosas privaciones. Las detenciones vienen ligadas a tácticas represivas infundidas por las autoridades del gobierno, como golpizas, denigración pública, privaciones de viaje y despidos laborales.

CCDHRN, una organización que carece de autorización oficial y es considerada ilegal por el gobierno, ha venido reportando durante años el comportamiento de las detenciones arbitrarias en la isla caribeña. Entre 2010 y 2016, el promedio mensual de detenciones arbitrarias se disparó de 172 incidentes mensuales a 827. Esta cantidad disminuyó significativamente durante 2017, donde pese a las más de 5.000 privaciones temporales de libertad, la cifra representó una reducción del 50%, respecto a años anteriores.

El gobierno realiza este tipo de detenciones para evitar que los ciudadanos opositores participen en encuentros que van en contra del régimen. Por lo general, los reclutamientos no duran más de 48 horas, pero se restringe toda clase de contacto y comunicación durante el tiempo en prisión.

Los funcionarios de seguridad casi nunca presentan órdenes judiciales y los detenidos son liberados tras recibir advertencias oficiales. Las advertencias pueden ser utilizadas por los fiscales durante procesos posteriores, para evidenciar la supuesta existencia de “patrones de conducta delictiva”.

Estados Unidos –bajo el mandato de Barack Obama- y Cuba restablecieron relaciones diplomáticas en 2015, luego de que Estados Unidos bajara las restricciones de los viajes y el comercio. Sin embargo, en junio de 2017, el Presidente Trump declaró que revertiría lo acordado por el anterior gobierno. Para octubre del mismo año, expulsó a 15 diplomáticos cubanos de la embajada en Washington, luego de las declaraciones de funcionarios norteamericanos en Cuba, que manifestaron enfermedades misteriosas, supuestamente producidas por ataques sónicos contra los diplomáticos en la isla.

Latin American Post | Krishna Jaramillo
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