Decenas de personas esperan que las autoridades migratorias estadounidenses analicen sus peticiones de asilo 

Read in english: Of the 200 migrants who arrived at U.S./ Mexico border, only eight have been able to cross

Cerca de 200 migrantes de los más de 1000 que arrancaron en la caravana migrante lograron llegar a la frontera que divide Estados Unidos y México. La caravana conocida como “viacrucis migrante” y que se lleva a cabo anualmente desde 2010, quiere demostrar el dramático recorrido que hacen los migrantes centroamericanos para llegar a los Estados Unidos. Este año, la iniciativa tuvo percances mayores, ya que el mandatario estadounidense, Donald Trump, solicitó a la Guardia Nacional reforzar la seguridad en la frontera y frenar el paso de migrantes ilegales.

Hasta el momento un total de ocho personas, mujeres y niños, han logrado cruzar la frontera. Estos migrantes pretenden radicarse en los Estados Unidos bajo la modalidad de asilo. Isabel Rodríguez, de 52 años, viajó con sus dos nietos, Anderson, de 7 años, y Cristofer, de 11, desde El Salvador con la caravana durante varias semanas, y asegura que lo más difícil no es la travesía, sino convencer a los funcionarios estadounidenses de que su situación amerita que le otorguen asilo. "Aguantar hambre y los contratiempos del clima durante un mes es lo más fácil, convencer a los gringos es lo más difícil. Yo voy con mis nietos para darles una mejor vida", asegura isabel mientras espera que sea su turno de cruzar la frontera y ser entrevistada.

Cómo Isabel son decenas de casos, en los que aseguran estar haciendo la travesía huyendo de la violencia de sus países y buscando un mejor futuro para sus hijos y nietos. Para los funcionarios estadounidense, explica Rodney S. Scott jefe de la Patrulla Fronteriza de San Diego, California, “es importante que se logré demostrar la situación de vulnerabilidad de las personas y sus familias, además el vinculo sanguíneo es muy importante.”

La respuesta de Trump

El presidente de os Estados Unidos, ha sido enfático en aclarar que los migrantes que tengan antecedentes penales serán deportados, así como se controlará el fenómeno de paso ilegal al país. Debido a la caravana y su gran participación de personas, Trump dio la orden a la guardia nacional de colaborar con la seguridad de la frontera. Ante este anuncio, muchas de las ONG que apoyaban la caravana se retractaron de su misión a lo largo de México, asegura Gina Garibo, coordinadora de proyectos de la organización Pueblo Sin Fronteras. “Del gran contingente que partió desde la frontera sur de México, la asesoría legal les dijo que este año, cruzar la frontera iba a tener mayores complicaciones, muchos de los migrantes hicieron caso y se fueron quedando en México.”

Con la respuesta de Trump, no sólo se logro frenar la mayor parte de la caravana, sino que también creo un nuevo paradigma frente a la migración ilegal hacia los Estados Unidos. Para el jefe de la Patrulla Fronteriza de San Diego, Rodney S. Scott, con los anuncios del presidente, los flujos migratorios se han reducido principalmente por temor a la deportación, incluso los coyotes (personas que ayudan a pasar la frontera de manera ilegal) han reducido su presencia en la zona.”

La Caravana

Para los promotores del “viacrucis migrante”, la caravana es la oportunidad de generar conciencia ante un problema que existe hace mucho, pero al cual se le trata con indiferencia. El 2018 generó incertidumbre por el despliegue de militares por parte de Estados Unidos. Las ONGs que impulsan la iniciativa, están convencidas que los Estados Unidos deben aceptar a la población que se encuentra en situación de peligro y donde la vida es lo único que importa, así lo dice la Organización Pueblo Sin Fronteras en su pagina web. Las razones humanitarias impulsan la caravana, pues se espera que las autoridades estadounidenses otorguen estatus de asilados a los participantes.

La mayoría de las personas que hacen parte de la caravana, son personas de escasos recursos que buscan mejorar su calidad de vida. La caravana es una oportunidad para llegar a los Estados Unidos y que las autoridades migratorias atiendan a las personas de manera más ágil. Sin embargo, una nueva reglamentación obliga a la patrulla fronteriza a sólo dejar un cierto número de personas dentro de las instalaciones mientras se les soluciona su situación. Los migrantes tienen que esperar en México a que se les de la posibilidad de cruzar la frontera para estudiar su caso. 

Latin American Post | Carlos Gómez 

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