Desplazados por violencia en Irak inician retorno a sus hogares
Un informe realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indica que por primera vez desde el momento que empezó la ofensiva del grupo yihadista en Irak, se registra un número alto de ciudadanos regresando a su hogar. Situación que de continuar así, para enero de 2018, el número de personas retomando sus vidas será mayor que quienes se han visto forzados a abandonarlo todo.
"A finales de noviembre, 2,75 millones de desplazados volvieron a sus casas, mientras que 2,88 millones de personas siguen desplazadas (…) Creemos que en enero, por primera vez desde 2014, el número de personas que regresen a su hogar será mayor que el de desplazados", manifestó Sandra Black, portavoz de la OIM en Irak.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) considera desplazados a aquellas personas que se ven forzadas a moverse dentro de las fronteras del mismo país por cuestiones de violencia, guerra o inseguridad en el territorio. Solo en 2016, uno de cada 10 niños iraquíes estaba desplazado en su propio país y 598.000 personas tuvieron que dejar sus casas para buscar refugio.
De acuerdo con cálculos de ACNUR, el conflicto entre Irak y el Estado Islámico desde 2014 habría ocasionado el desplazamiento interno de más de 3 millones de personas que buscaban refugio en albergues, donde podían escapar del latente riesgo de muerte, pero se enfrentaban a escasez de alimentos, agua e intensas temperaturas debido a las condiciones y limitaciones propias de los refugios.
Minas y destrucción, los riesgos a los que se enfrentan
Según la OIM, la gran mayoría de desplazados regresando a su hogar son sunitas árabes y kurdos retornando a provincias como Al Anbar y Nínive. Aunque regresan envueltos en un sentimiento de esperanza y liberación, tendrán ahora que luchar contra la destrucción y los rezagos dejados por la guerra.
Entre las personas interrogadas por miembros de la OIM, el 30% de los desplazados afirmó que su vivienda había resultado “dañada de forma significativa”, mientras el 60% indicó que su casa había sufrido daños menores. Esto significa que casi la mayoría de los desplazados tendrán que regresar a reconstruir sus viviendas, además de iniciar la difícil recuperación de su trabajo o estudio.
Otro peligro al que se enfrentan los habitantes que regresan a sus hogares es la presencia de municiones sin explotar y minas antipersona, lo cual se convierte en un riesgo para todos los pobladores que intentan retornar a la normalidad, en especial los menores de edad.
Organizaciones humanitarias calculan que el enfrentamiento de tres años entre los terroristas del Estado Islámico en Irak cobró la vida de casi 67.000 civiles y dejó ciudades completas reducidas a escombros. Aunque se desconocen cifras oficiales, se cree que muchos miembros del Estado Islámico se han rendido de manera masiva o han huido del grupo terrorista.
Los combatientes que han sobrevivido a la escalada de Irak y Siria, estarían refugiados en zonas desérticas de dichos países y, aunque podrían estar debilitados, su ideología y modus-operandi siguen siendo una amenaza significativa tanto para los ciudadanos de países del Medio Oriente, como para el resto del mundo.
Latin American Post | Khrisna jaramillo
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