El arresto de Michel Temer: un golpe más a la antigua política
Escucha este artículo
El expresidente de Brasil es el último político de alto perfil en caer a causa de la llamada ‘operación autolavado’
El anterior jueves, las investigaciones por corrupción en Brasil llegaron a un nuevo y álgido clímax cuándo el expresidente Michel Temer fue arrestado en Sao Paulo. Temer accedió a la presidencia en 2016 para relevar a Dilma Rousseff, quien fue destituida de su cargo bajo cargos de corrupción, y salió del poder a principios de este año sucedido por Jair Bolsonaro.
Read in english: Michel Temer's arrest: one more blow to old politicians
Para muchos, el arresto de Temer era apenas cuestión de tiempo. Desde que ocupaba la presidencia ya se le veía implicado en varios esquemas criminales, pero, cuando perdiera la protección legal que le otorgaba el cargo, se encontraría a merced de las autoridades.
Temer se encuentra bajo 10 investigaciones por cargos criminales, entre ellas quizás la más importante es el caso Electronuclear. La Fiscalía acusa a Temer de liderar una ‘organización criminal’ desde la presidencia, en la que creó una red de sobornos, lavado de activos y corrupción, incluyendo la recepción de un soborno de 1 millón de reales a cambio de una licitación para tres empresas por la construcción de una planta nuclear. Su ministro de energía, Moreira Franco, también se encuentra bajo arresto.
El arresto de Temer es el último episodio de una saga conocida como ‘operación autolavado’ o ‘lava jato’ en portugués. Esta inició como una investigación de lavado de dinero en una pequeña casa de cambio adjunta a un autolavado, que se expandió hasta ser considerado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos como el ‘escándalo de sobornos más grande de la historia’.
Algunos de los otros nueve cargos
Además de su involucramiento en el caso Electronuclear, a Temer se le acusa de otros actos criminales.
En primer lugar, se le acusó de corrupción pasiva cuando recibió, a través de uno de sus asesores, un pago de unos 500.000 reales por parte de la empresa de alimentos JBS, el cual quedó registrado en vídeo. La denuncia, que fue radicada en junio de 2017, se convertiría en la primera de muchas acusaciones en contra del expresidente Temer.
En segundo lugar, en septiembre del mismo año, se le acusó de obstrucción a la justicia y asociación ilicita con la fiscalía cuando iniciaron las investigaciones en contra suya y de varios miembros de su partido, el Movimiento Democrático Brasileño (MDB).
En tercer lugar, se le vio implicado en el caso de Odebrecht, en el que las campañas de MDB recibieron comisiones pagadas a través de la Secretaría de Aviación Civil a cambio de ‘favores políticos’.
Por último, se le acusa de dar trato preferencial a ciertas empresas del sector portuario al cambiar la ley de puertos de Brasil a cambio de sobornos pagados al MDB.
Presión favorable para Bolsonaro
El actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegó a la presidencia con la clara intención de diferenciarse de los lideres del Partido de los Trabajadores (PT, el partido de Dilma Rousseff) y del MDB. Su posición como ‘outsider’ en la política brasilera facilitó la consecución de votos, pues la operación lava jato se aseguraba de aumentar la impopularidad de los políticos que llevaban en el poder desde el 2007. En su punto más bajo, la aprobación de Temer entre la población brasileña cayó a apenas un 3%.
Con el arresto de Temer y su judicialización en curso, Bolsonaro tiene una oportunidad para desmarcarse y generar impresiones positivas, siempre y cuando no se impliquen a funcionarios de su gobierno dentro de investigaciones de corrupción. Una línea dura con los corruptos seguramente terminará por cimentar la popularidad de Bolsonaro, pero todo se puede derrumbar si se le llegara a acusar de lo mismo.
LatinAmerican Post | Pedro Bernal
Copy edited by Juan Gabriel Bocanegra