El desafío fundamental de América Latina para enfrentar la crisis climática

Una transición justa que combine progreso social y desarrollo económico es el principal desafío que enfrenta América Latina y el Caribe para abordar una crisis climática que ya está impidiendo la lucha contra el hambre en la región. Esta fue una de las conclusiones a las que llegaron diversos organismos gubernamentales, instituciones internacionales, empresas, investigadores y representantes de la sociedad civil que participaron en el I Foro Latinoamericano de Economía Verde, organizado por la Agencia EFE en São Paulo, Brasil.

Se debatieron más de cinco paneles, experiencias y soluciones sobre cómo promover la descarbonización, mejorar la gestión de residuos y agua y garantizar la seguridad alimentaria en una emergencia climática global.

Una nueva perspectiva sobre los residuos y el agua

América Latina genera anualmente 230 millones de toneladas de residuos urbanos, de los cuales sólo el 5% se recicla, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentados en el evento. Ante este escenario, Carlos Silva Filho, presidente de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), destacó la necesidad de "avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible " porque "un solo planeta Tierra no es suficiente para satisfacer nuestras demandas al ritmo actual". 

La pandemia de COVID-19 agravó el problema de los residuos. Fernando Meier, presidente de la organización no gubernamental (ONG) suiza Ecotechsy, señaló que la generación diaria de desechos médicos por persona en todo el mundo aumentó de 0,7 a 2,5 kilogramos durante la crisis del coronavirus.

Los oradores también pidieron cambios en la gestión de los recursos hídricos a la luz de las previsiones que indican que para 2050, la mitad de la población enfrentará problemas de acceso al agua, con el ciclo del agua directamente relacionado con el clima.

Esto ya es una realidad en algunas partes de América Latina, donde una cuarta parte de la población vive en zonas con dificultades de acceso al agua. Ângelo Lima, secretario ejecutivo del Observatorio Brasileño del Agua, afirmó: "Tenemos regiones con abundante agua que, por el contrario, experimentan problemas de suministro durante la estación seca".

Lea también: Crónica: Así es como la crisis climática ha convertido los bosques de Canadá en un infierno

Crisis climática y hambre

Relacionada con el agua está la producción de alimentos, que está sufriendo "impactos adversos y significativos" debido a la crisis climática, aunque aún no se ha logrado el objetivo de acabar con el hambre, como expresó Mario Lubetkin, representante para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hablando de forma remota. "Es particularmente preocupante que la prevalencia de la seguridad alimentaria en la región sea más alta que el promedio mundial y particularmente alarmante que las mujeres la padezcan más que los hombres", añadió.

Eli Weiss, jefe del Programa de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial en Brasil, también destacó otras dificultades, como la alta inflación interna de los precios de los alimentos y los altos costos de los insumos agrícolas. En este sentido, Floriano Pesaro, director de Gestión Empresarial de la Agencia Brasileña de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ApexBrasil), abogó por promover un crecimiento económico que combine responsabilidad ambiental y social y, en el caso de Brasil, estrategias para "mantener la Amazona de pie."

Atención a las comunidades amazónicas

Respecto a la Amazonía, que enfrenta una de las peores sequías en décadas, representantes de sus comunidades pidieron una mejor conectividad logística para abordar este y otros problemas del bioma. Valcléia Solidade, superintendente de Desarrollo Comunitario Sostenible de la Fundación Amazonia Sostenible, destacó que el mundo debe " mirar con más respeto y dignidad a las poblaciones tradicionales" y que la "conectividad logística" es uno de los aspectos críticos.

Pero también se requiere una revolución tecnológica y financiación público-privada. Julio Meneghini, director del Centro de Investigación para la Innovación en Gases Contaminantes de la Universidad de São Paulo (USP), citó un ejemplo positivo: un proyecto piloto para construir la primera planta de hidrógeno verde del mundo a partir de etanol, un biocombustible elaborado a partir de caña de azúcar.

Pese a este impulso tecnológico, el exministro peruano Manuel Pulgar-Vidal, representante de WWF Internacional y uno de los artífices del Acuerdo de París, afirmó que gran parte de la región sigue "atrapada en la trampa de los combustibles fósiles" debido a las abundantes reservas. Pulgar-Vidal señaló que muchos gobiernos carecen de planes actualizados y no han entendido que la descarbonización es "más un proceso económico que ambiental".

Al respecto, Gabriela Cañas, presidenta de la Agencia EFE, dijo a distancia que "todos estamos obligados a buscar soluciones urgentemente" y "explorar todas las alternativas posibles para sostener la actividad humana, restaurando la salud del planeta que nos acoge".