El Kurdistán da un paso hacia la independencia
Entienda las causas, consecuencias y quién está de qué lado
Read in English: Kurdistan takes a step towards independence
El Parlamento kurdo aprobó el referendo de independencia del Kurdistán iraquí para el próximo 25 de septiembre. Un total de 65 diputados de los 68 presentes en el Parlamento votaron por la celebración del referendo que las potencias occidentales han intentado posponer, pues consideran que la unidad en Iraq es clave para derrotar al grupo terrorista Estado Islámico (EI), lucha en la cual los kurdos han desempeñado un papel importante. Sólo Israel afirma apoyar la independencia del Kurdistán. El presidente kurdo Masud Barzani destacó que el resultado del referendo no llevará a una declaración de independencia inmediata, sino al inicio de negociaciones serias con Bagdad, con el objetivo de dar una solución a la población kurda y su deseo de autonomía.
Sin embargo, la Corte Suprema iraquí, la más alta instancia judicial del país, ordenó la suspensión del referendo de independencia hasta que pueda examinar su constitucionalidad. “Hemos recibido varias peticiones y por eso hemos decidido que había que suspender el referendo para estudiar de manera más profunda y dar una respuesta pertinente”, dijo el portavoz de la Corte Ayas al Samuk en rueda de prensa. Aun así, los líderes de la región semiautónoma ya han advertido que no acatarán órdenes que vengan desde Bagdad.
Desde la Guerra del Golfo de 1991, el norte de Irak, bastión de los kurdos, ha funcionado como un apoyo clave a las operaciones estadounidenses en el país. Desde el 2014, es la base principal de guerra, liderada por EEUU, contra el Estado Islámico. Turquía e Irán también tienen intereses vitales en el área y ambos ejercen influencia sobre la política local.
A pesar de que la causa nacional kurda ha logrado fuertes simpatías en la comunidad internacional, especialmente debido al éxito de sus tropas peshmerga -la fuerza de seguridad kurda- en los combates contra el Estado Islámico, ningún país se había expresado a favor de la secesión por temor a un debilitamiento del gobierno iraquí. Únicamente Israel hasta el anuncio del referendo ofreció su apoyo para un estado propio.
Aunque Irán y EEUU se oponen al referendo, sus razones son diferentes. Washington está preocupado porque el plebiscito debilitará la posición del primer ministro iraquí, Haider al Abadi, antes de las elecciones generales de abril de 2018. A Teherán, por el contrario, le preocupa que el referendo pueda crear más inestabilidad en la región y poner en peligro la seguridad de Irán al influir en su población kurda de 8 millones de habitantes. El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Alí Shamjaní, anuncio que si la región kurda proclama independencia, Irán cerrará la frontera con Iraq. Por su parte el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que Turquía ha ayudado al Kurdistán y a Barzani en el pasado, pero advirtió que, en este caso, el Kurdistán no contará con el apoyo turco.
El Kurdistán iraquí se compone de tres provincias: Dohuk, Erbil y Solimania, que están dirigidas por el gobierno regional autónomo y protegidas por sus propios servicios de seguridad. Los kurdos iraquíes han buscado durante mucho tiempo la separación de Irak, por medio de argumentar que tienen derecho a la autodeterminación y que tienen su propia identidad étnica.
Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella
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