El microtráfico de estupefacientes en el país productor de cocaína
El Narcomenudeo o microtráfico de drogas es una problemática que aqueja fuertemente a las ciudades colombianas
Diariamente cientos de jóvenes hacen lo posible por consumir, ya no lo ven como una adicción, las drogas están de moda.
Entre las sustancias que más se consumen entre los jóvenes se encuentran las llamadas “drogas de la felicidad”. Este nombre les ha sido acuñado por las sensaciones de gozo y libertad que despiertan en los que las consumen. Pero lo clásico no pasa de moda, la marihuana, la cocaína y el bazuco también conservan su grado de preferencia entre los jóvenes.
La policía metropolitana de Barranquilla (norte) realiza de forma permanentemente, operativos para desmantelar las redes de microtráfico que operan en los distIGNORE INTOs sectores de la ciudad. Pero con el paso de los años la tarea se ha tornado difícil, hay mucha demanda, por ende hay más expendedores. Son precisamente las medidas de seguridad implementadas por las autoridades las que han hecho que el mercado de las drogas idealice nuevas estrategias para comercializar el producto en la población consumidora. Por ello los vendedores han extendidos sus tentáculos y han creado una especie de “networking” en donde trabajan todo tipo de personas. Clase alta o clase baja, aquí ya no hay prototipos, hoy no se sabe quién es quién.
Aparte de realizar operativos para desmantelar estas redes delincuenciales de narcomenudeo, la policía realiza constantemente campañas educativas para concientizar a la población de que las drogas no aportan nada en el desarrollo personal, sino por el contrario, pueden acabar con el proyecto de vida de cualquiera.
El cabo Orlando Valencia explica que el trabajo de la policía ha arrojado excelentes resultados, aun así, cree que el estado tiene mucha tela que cortar con respecto al microtráfico de drogas.
“El acompañamiento de la policía es permanente, hacemos todo para prevenir que este fenómeno se siga presentando, aunque sabemos que día a día se incrementa el consumo en los jóvenes” añade.
Según cifras del DNP el narcomenudeo en Colombia movió alrededor de $6 billones de pesos en 2015 (2 mil millones de dólares). Según el diario barranquillero “El Heraldo”, esta ciudad ubicada en el Caribe colombiano ocupa el segundo lugar, tan solo por detrás de Bogotá en materia de narcomenudeo.
La necesidad de un adicto
En Barranquilla muchos consumen droga, entre ellos está “Pablo”. Tiene 21 años y cursa octavo semestre de administración de empresas en una prestigiosa universidad. Pablo comparte mucho tiempo con sus amigos, pero no puede negar su adicción a las drogas.
“Soy consciente de que obro mal, pero nada puedo hacer, me gustan. No quiero ser pesimista ni mucho menos fatalista, pero el que se mete en este mundo de las drogas nunca sale. Es mentira que se rehabilitan. Yo por mi lado disfruto mucho lo que hago, afortunadamente nunca he tenido que robar ni matar por comprar las drogas que quiero” cuenta.
El pensamiento de Pablo es quizás el de muchos jóvenes que tienen las condiciones económicas para darse sus “gusticos”, pero en sectores de la ciudad en donde los recursos escasean la realidad de las drogas es un tanto más cruel. Se roba, se engaña y hasta se mata por ellas. Este es un universo que en cierta medida es financiado por Pablo y por todos los que consumen drogas de forma deliberada.
“Repito, ya no puedo salir de esto. Más que una ociosidad es una necesidad, no puedo vivir sin consumirme un poco durante el día. Las drogas son un estimulante, no las veo como un veneno” señala.
Las drogas que más consume Pablo son…. TUSI, MDM, Micropunto, Metanfetaminas, cocaína, Marihuana, Heroína y Bazuco. Los precios para la Marihuana y la coca oscilan entre los $15.000 – $25.000 pesos colombianos, entre 6 y 8 dólares. Entre tanto, las metanfetaminas o drogas de la felicidad entre cuestan entre $25.000 a $130.000, de 8 a 43 dólares.
Latin American Post |Kiomar Bolívar C.
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