El próximo 1 de julio, no solo está por definirse el nuevo presidente mexicano, sino también 128 senadores de la República, 500 diputados federales y 8 gobernadores

En un país en el que la contienda electoral ha estado siempre dominada por partidos tradicionales, el aumento de movimientos independientes y su creciente popularidad durante el período de campaña parece promover la llegada al poder de nuevos grupos políticos.

El favoritismo de la izquierda representada por el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y su candidato Andrés Manuel López Obrador parece vislumbrar un nuevo panorama político en México; sin embargo, los resultados de las últimas encuestas deben ser vistos con cautela, pues tanto en la campaña electoral del 2006 como en aquella del 2012, los resultados no reflejaron la intención de voto indicada en los sondeos previos.

“Juntos haremos historia”

La alianza establecida a mediados de diciembre entre el Movimiento de Regeneración Nacional, el Partido Encuentro Social (PES) y el Partido Trabajador es un buen ejemplo de cómo los movimientos independientes de izquierda y el cristianismo han logrado generar coaliciones en concreta oposición a los partidos tradicionales, unidos por sus valores conservadores y espirituales.

Si bien fue sorpresa para muchos la adhesión del PES a la campaña del movimiento MORENA, la alineación con la iglesia cristiana conservadora ha sido considerada una ejemplificación del conservador de López Obrador y su interés por el voto religioso.

De hecho, de acuerdo con el precandidato, “Esta alianza es muy importante, no sólo es de candidato, de programa, sino también es una alianza que incluye principios, que incluye valores culturales, morales, espirituales; esta es una alianza que se constituye como un referente moral…”.

El peso político de la iglesia cristiana en América Latina se ha vuelto más evidente en los últimos años en países como Colombia, donde el voto cristiano fue un factor determinante para la victoria del No en el Referéndum por la Paz, o Costa Rica donde el predicador cristiano Fabricio Alvarado ha ganado la primera vuelta en las elecciones presidenciales que se celebran este año.

Los argumentos a favor de la familia, la abierta oposición a temas como el matrimonio igualitario y el aborto dejan claro que el voto cristiano representa a un gran segmento de las sociedades latinoamericanas en las que lentamente se han asumido posiciones más liberales respecto a estos temas.

Ad portas de la presentación oficial de la candidatura presidencial el próximo 18 de febrero, el precandidato López Obrador ha conseguido encabezar las encuestas, como bien lo demuestra los Resultados de la reciente Evaluación de preferencias presidenciales de la encuestadora parámetro, según la cual la intención de voto miedo el candidato del MORENA es del 42%. De acuerdo con los resultados obtenidos por la encuestadora, le sigue con un 32% de preferencia efectiva la alianza “Por México al Frente” del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano y, finalmente, la alianza “Meade ciudadano miedo México” del PRI, PVEM y Nueva Alianza.

Latin American Post | Laura Delgado

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