Emmanuel Macron: 100 días en el Elíseo
¿Por qué la popularidad del presidente francés ha bajado en su territorio?
A pesar de que el más joven Presidente de la República Francesa rechaza el concepto de los cien días, convencido de que lo importante es el largo plazo, él mismo declaró cuando todavía era candidato presidencial que durante los primeros días de gobierno se establecen “las bases de acciones sostenibles”.
En los primeros cien días de su mandato, desde el 7 de mayo y hasta el 15 de agosto, el ocupante del Palacio del Elíseo se apresuró a cumplir algunas de sus promesas de campaña. Por ejemplo, se aprobó una ley de moralización de la vida pública para terminar con las prácticas de nepotismo y garantizar una mayor transparencia. Además, Macron ha gozado de éxito internacional al estrenarse en cumbres internacionales como la del G7 y G20, así como por recibir a Donald Trump y Vladimir Putin.
Sin embargo, en el plano nacional, el presidente francés no ha conseguido hacerse de una buena imagen. En cien días, su popularidad ha bajado de 62 a 36%. Sus decisiones han hecho que el pueblo francés desapruebe de él incluso más rápidamente que en el inicio de los gobiernos de sus antecesores Nicolás Sarkozy y François Hollande. Una de estas decisiones fue recortar la ayuda personalizada de alojamiento (APL por sus siglas en francés), recortes que se traducen en 5 euros menos de subsidio a los beneficiarios de esta ayuda. La medida contradice la intención que Macron ha manifestado de reducir los impuestos y exonerar el pago de alojamiento en el 2018.
Este otoño, Macron pretende imponer fuertes ahorros en el presupuesto y reformar la ley laboral, que los ciudadanos franceses ya perciben como una reforma complicada desde el punto de vista social.
Los primeros cien días de Macron en la Presidencia francesa lo alcanzaron cuando estaba de vacaciones en Marsella. Desde ahí puede admirar si no las bases sostenibles de las acciones de su gobierno, sí lo que posiblemente será su mandato y la aceptación del mismo durante los próximos cinco años.
Latin American Post | Daniela Sosa
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