El peronismo siempre fue un movimiento que unió sectores políticos. Sin embargo, algunas visiones plantean que no es “verdaderamente peronista”.
Varias son las críticas que ha despertado el actual gobierno argentino frente a su posición política. / Foto: Foto AP
LatinAmerican Post | Ariel Cipolla
Escucha este artículo
Read in english: Is the current Argentine government Peronist?
Las elecciones del 2019 avisaban que, luego de 4 años, el gobierno peronista volvía a tomar el poder del Estado argentino. Apelando a la unidad de los distintos sectores del extenso espectro político, se designó la fórmula de Alberto Fernández – Cristina Fernández de Kirchner para derrotar a la coalición oficialista, encabezada por el entonces mandatario Mauricio Macri.
Sin embargo, luego de unos meses, y teniendo una pandemia de por medio, comenzaron a surgir varias críticas desde el seno político. Por ejemplo, el Diario Jornada comentó que el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, mencionó que el actual presidente, Alberto Fernández, no está haciendo “absolutamente nada” de lo que hizo Néstor Kirchner en su momento, alejándolo de la visión clásica peronista.
A pesar de que esto pueda tomar por sorpresa a muchas personas, algunas visiones anticipaban que esto podría llegar a ocurrir. Por ejemplo, la web de Al Navío advertía que el peronismo de Alberto Fernández “no se parece al de Cristina Kirchner”, mucho más asociado con la idea impuesta por Juan Domingo Perón hace varias décadas. Veamos, entonces, qué es lo que está ocurriendo en materia política en el Estado argentino.
¿Es el gobierno de Alberto Fernández completamente peronista?
Lo primero que debemos decir es que el peronismo es un movimiento realmente amplio. Esto permite, por ejemplo, que existan ideas más asociadas con el progresismo o el conservadurismo, ya que logra nuclear a varios sectores dentro de una misma línea política, por lo que es realmente difícil categorizarlo en una simple definición.
No obstante, podemos arrojar un poco de luz sobre este asunto. La página web de Milenio destaca que el peronismo es la “corriente política más importante de Argentina”, caracterizándose como un movimiento basado en lo “nacional y popular”, defendiendo la industrialización, un estado fuerte y una economía productiva propia.
Sin embargo, contrario a lo que muchos piensan, no se trata de izquierda o de derecha, sino que apuesta por una tercera posición. Eso genera que, dentro de la actividad política, existan peronistas que decidan pasar a ser oposición cuando notan cambios dentro de lo que ellos consideran la “esencia” del partido, algo que está ocurriendo con el actual gobierno de Alberto Fernández.
Por ejemplo, la web de El País destaca que se dio una “oleada de críticas a Alberto Fernández desde el kirchnerismo”. Es decir, algunos dirigentes le critican sus acuerdos en medio de la pandemia con algunos sectores de la oposición, como es el caso del jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, forzando distintos consensos. Por ende, ante esta situación, vimos que el dirigente social Juan Grabois, más asociado con el ala de la actual vicepresidenta, se manifestó “desencantado” con el Gobierno, añadiendo que la protagonista y conductora de su espacio sigue siendo Cristina Kirchner.
Otra de las inesperadas críticas ocurrió con el expresidente Eduardo Duhalde, el cual, según informa el medio Página 12, habló de un posible “golpe de Estado”, ya que existe una especie de hartazgo por parte de la sociedad ante las decisiones gubernamentales que, desde su perspectiva, podrían generar una “guerra civil”, acabando sin elecciones en el 2021 y que podrían debilitar al actual gobierno, que dice mantenerse firme, incluso en la pandemia.
Lea también: ¿La revolución argentina viene por derecha?
Esto implica que, por ejemplo, la web de Radio Perfil mencione que Alberto Fernández es el “primer peronista que le teme a la calle”, ya que existen marchas multitudinarias que manifiestan sus desacuerdos con muchas de las políticas tomadas por parte del actual gobierno, tanto en materia económica, judicial como de la cuarentena en sí misma. Así, mientras el peronismo siempre se caracterizó por “ganar la calle”, parece que esta vez la está perdiendo.
Sin embargo… ¿es el gobierno de Alberto Fernández peronista? Lo primero que podemos decir es que el propio mandatario reveló, en una entrevista realizada por Perfil, que se siente más “hijo de la cultura hippie que de las veinte verdades peronistas”. Por lo tanto, los sectores más ortodoxos dentro del peronismo lo conciben como un modelo progresista, a priori incompatible con muchas de las decisiones que debería tomar.
Como mencionamos, en las elecciones la idea era “volver para ser mejores”, apostando por una unidad, generando consensos para vencer a Mauricio Macri en las urnas. En términos discursivos, se trata de una línea por la cual se sigue apostando, dado que, tal y como menciona la agencia de noticias Télam, el presidente “apeló a la unidad” durante los actos de dirigentes, demostrando su intención de continuar por la misma línea.
No obstante, la fragilidad de la situación sanitaria y económica, además del hartazgo generalizado de muchos sectores de la oposición, demuestran que existe una presión contra el Estado. Por eso, la web de Agencia Pacourondo opina que “no hay lugar para la socialdemocracia”, sino que es hora de peronismo, ya que no se puede titubear con la economía. ¿Logrará el gobierno satisfacer los reclamos políticos de la oposición y también del oficialismo? Por el momento, parece una tarea muy complicada y sin márgenes para errores.