España: El 8 de marzo va más allá de los derechos reproductivos
La huelga fue convocada por diferentes sindicatos y movimientos y apoyada por partidos políticos como el PSOE y Podemos
El día de la mujer, celebrado el 8 de marzo, es una gran oportunidad para reivindicar a nivel mundial la igualdad de género y, sobre todo, el derecho de todas las mujeres a decidir. Estas decisiones incluyen determinaciones personales y responsables en temas como los derechos reproductivos. Estos últimos son parte esencial de la lucha femenina; sin embargo, se deben considerar otros temas como la paridad salarial y el desarrollo profesional de las mujeres.
El mundo, en donde las mujeres no podían estudiar o ejercer cargos profesionales, se transformó a un contexto laboral donde cada vez son más las mujeres que se preparan para llevar las riendas de los negocios. En este sentido, aún queda mucho por hacer a nivel de igualdad de oportunidades y reconocimientos pecuniarios.
En conmemoración del día de la mujer, la huelga global fue organizada para el pasado 8 de marzo, apoyada por grandes sectores de la población en los diferentes países. El objetivo principal de esta manifestación, en la que participaron mujeres de cerca de 41 estados, es crear conciencia y visibilizar las injusticias a las que son sometidas a diario bajo preceptos de discriminación. Especialmente en el sector laboral, donde el camino hacia la igualdad sigue siendo largo, como demuestran recientes estudios sobre paridad de género e igualdad salarial.
En España, de acuerdo con un estudio realizado por la Fundación de Estudios De Economía Aplicada (Fedea), revelado hace poco por el periódico El País, las mujeres actualmente ganan en promedio un 13% menos de los hombres en trabajos donde las tareas son similares. Si bien el estudio demuestra una disminución en el tamaño de la brecha a nivel nacional y en un contexto regional, al analizar la situación en términos de edad, cargo, tipo de contrato u otras variables se puede ver que la desigualdad continúa y es característica de todos los países europeos, incluyendo España.
Respecto a las diferencias ajustadas por edad, el estudio de la Fedea demuestra un crecimiento gradual de la diferencia económica: “entre personas menores de 30 años, la brecha salarial es inferior al 7% en todos los países. Para grupos de personas de mayor edad aumenta a un ritmo similar en España y Francia (alrededor de 10% para aquellos entre 30 y 39 años, de 19% para 40-49 y de algo menos del 25% para las personas de entre 50 y 59 años) y a un ritmo algo mayor para Alemania y Reino Unido”.
Lo anterior tiene diferentes explicaciones, una de las cuales está relacionada a la brecha salarial y la edad reproductiva en países europeos: las mujeres son castigadas por ser madres. A partir de la edad más frecuente de gestación del primer hijo (entre los 30 y 34 años en España), la brecha entre hombres y mujeres trabajadores se agranda penalizando cada vez más al género femenino. La brecha salarial es demostrada por el estudio de Kleven, Landais y Sogaard titulado “Niños y Desigualdad de género: evidencia de Dinamarca”. Este análisis expone que el tener hijos afecta hasta en un 20% el salario de las mujeres en este país escandinavo y que la situación puede replicarse a otros países.
Según este estudio, publicado en el National Bureau of Economic Research (NBER), la desigualdad de género asociada a la penalidad económica sobre las mujeres que deciden ser madres ha incrementado en los últimos 30 años. De acuerdo con Kleven, Landais y Sogaard, la proporción de penalidad en la brecha salarial, asociada a la desigualdad de género, ha pasado de un 40% en 1980 a un preocupante 80% en el 2013.
La desigualdad en oportunidades de ascensos laborales y posicionamiento en cargos directivos ha sido parte de la lucha por la paridad que han reivindicado históricamente las mujeres a nivel mundial. Estudios como el de la Fedea demuestran avances como el hecho que el acceso a cargos directivos por parte de mujeres ha aumentado en los últimos años. No obstante, el estudio deja claro también que no hay paridad salarial y la lucha por la igualdad debe continuar.
Latin American Post | Laura Delgado
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