Europa teme ante el resurgimiento del nazismo en Alemania
A pesar de la victoria de Angela Merkel, el partido de ultraderecha Alternative Für Deutschland fue el tercer partido con más votos
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Angela Merkel, canciller alemana desde 2005, fue reelecta por tercera vez consecutiva, su 4 mandato, con una clara ventada de 13 puntos porcentuales con respecto a su más cercano rival, Martin Schulz y su partido Socialista.
Los resultados son una clara muestra del apoyo del pueblo alemán a las políticas e ideales defendidos por Merkel. Tales como el fortalecimiento de la Unión Europea, el respaldo a la Euro-Zona, el recibimiento de los refugiados y la apuesta para prevenir el cambio climático. Incluso, el segundo partido más votado, el Partido Socialista Alemán (SPD) también comparte varias de estas posturas con el Gobierno. Esto es un claro mensaje que Alemania envía al mundo para mantenerse unidos y no ceder ante la ola de movimientos nacionalistas que han ganado poder mundial desde la victoria de Trump.
Sin embargo, la clara victoria del liberalismo en Alemania se vio opacada por el crecimiento del AfD, Alternativa para Alemania. El partido de extrema derecha pasó de tener 0 puestos en el parlamento alemán, el Bundestag, en 2013, a ocupar 94. La última vez en que un partido de extrema derecha llegó al gobierno fue en los tiempos del Nazismo con su discurso antisemita.
Pero AfD no solo llegó al Bundestag por primera vez, también llegó como la tercera fuerza política con 12.6% de los votos. Lo bueno para los moderados es que, a pesar de los resultados históricos que consiguió el partido, no se convertirán en los líderes de la oposición, ya que el SPD anunció su alejamiento al Gobierno Merkel y se conviertan en opositores.
Los socialistas decidieron salirse de la gran coalición que formaron con el CDU de Merkel por 4 años. Al parecer, estas elecciones fueron catastróficas para el partido de Schulz, obteniendo la votación más baja en la historia reciente del movimiento. Por esto, los socialistas esperan que desde el otro lado de la orilla puedan bloquear la influencia del AfD y también reconquistar votantes para las próximas elecciones.
Pero no todo es color de rosa para el AfD. Frauke Petry, una de sus líderes, renunció a su puesto en el parlamento aduciendo a “diferencias internas en el partido”. Lo que evidenciaría una posible división que debilite al movimiento. Petry era considerada una de las moderadas del partido, lo que significa que con su salida, el ala extremista se sigue fortaleciendo dentro de la colectividad.
Por su parte, Merkel aceptó que la relativa victoria de la AfD demuestra el desencanto de muchos de sus antiguos electores (aproximadamente 1 millón). Es por esto que la canciller alemana pidió recuperar a los votantes que la apoyaron en las pasadas elecciones y que hoy se fueron a la derecha, aproximadamente un 8.5%.
Por el momento, y a pesar del triunfo del CDU de Merkel (246 sillas en el Bundestag), los conservadores necesitarán crear una coalición con un partido minoritario para ganar la mayoría del parlamento (316 de 630 puestos). Sin el apoyo del SPD, para formar nuevamente una gran coalición, Merkel ve en los Verdes y los Liberales los posibles aliados para controlar el parlamento.
Latin American Post | Santiago Gómez Hernández
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