El pasado 27 de mayo se encontró una plantación de coca en Guatemala, y a las autoridades preocupa si el país dejará de ser puente de los cárteles y empezará su propia producción

74.368 arbustos de coca

En los últimos meses la Policía Nacional Civil de Guatemala (PNC) empezó a interceptar llamadas anónimas, en las cuales los interlocutores hablaban de una posible plantación de coca en territorio guatemalteco. Más aún, en estas llamadas también se hablaba de un laboratorio ilegal para el procesamiento de dicho opioide.

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Después de un trabajo incesante por parte de las autoridades se encontró una plantación de coca en el municipio de Cobán, ubicado en el departamento de Alta Verapaz, en la finca La Libertad Ixila. Sin embargo, cuando las autoridades llegaron a este lugar quedaron sorprendidos por la cantidad de matas de coca que se encontraban en la plantación. Las autoridades guatemaltecas registraron aproximadamente 74.368 arbustos de coca.

Posteriormente, la Policía Nacional Civil de Guatemala encontró un narcolaboratorio a pocos metros de la plantación de coca. En dicho laboratorio se encontraron un galón de ácido, siete canecas de gasolina y tres bolsas de Pegamix, elementos que son utilizados para producir la cocaína.

Después de la incautación de dicha plantación, la PNC se mostró sorprendida por este descubrimiento. Esto se debe a que sería la primera plantación de coca que se encuentra en el país, y si existe una plantación de coca podría haber más plantaciones en territorio guatemalteco, según la PNC en un comunicado de prensa.

Sin embargo, organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya habían advertido desde marzo que entre los bosques de Guatemala, Nicaragua y Honduras se estaban perdiendo miles de hectáreas por la plantación de opioides, de acuerdo con el informe de Monitoreo de Territorios afectados por cultivos ilícitos.

El puente del narcotráfico entre México y Norte América

Según el informe de cultivos ilícitos de la Organización de los Estados Americanos (OEA), la producción de la mata de coca es tradicionalmente plantada en países como Perú, Colombia y Bolivia. Posteriormente, dichas plantas de coca son procesadas para la creación de la cocaína. Toda esta producción de narcóticos es demandada por los carteles de droga mexicanos como el Cártel de los Zetas, el Cártel de Sinaloa y el Cártel del Golfo.

En este negocio cíclico, el papel de Guatemala era meramente de puente para el paso de drogas hacia los Estados Unidos, además de receptor de miles de gramos de cocaína para el consumo interno. Tanto el consumo interno como las rutas de narcotráfico han ayudado a la proliferación de la criminalidad, el homicidio, las pandillas y los narcotraficantes en todo el territorio guatemalteco.

En el año 2017 más de 17 policías fueron asesinados en Guatemala, según El Periódico de Guatemala. Sin embargo, esta cifra parece “alentadora” dado en que años atrás las ejecuciones extrajudiciales eran pan de cada día, hasta el punto de acribillar a los agentes de policía a manos de las bandas criminales y las pandillas. De acuerdo con Univisión, en el 2013, ocho policías fueron acribillados cerca de la ciudad de Guatemala.

Con este nuevo descubrimiento, todo parece apuntar a que el narcotráfico en el país guatemalteco solo va a aumentar. Esto se debe a que ahora no solo va a ser un puente del narcotráfico, sino que también va a pasar a la producción del opioide en el mismo territorio.

Con esta información se abren varios interrogantes: ¿Quiénes son los responsables de esta plantación de coca? ¿Los carteles mexicanos están detrás de la plantación? ¿Serán las mismas bandas guatemaltecas quienes están cultivando estos campos de coca?

Latin American Post | Miguel Díaz

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