Colombia: ¿a qué se deben los homicidios en el contexto del postconflicto?
En Colombia disminuyó la tasa de homicidios como consecuencia del acuerdo de paz, pero se presentan retos con el crimen organizado y nuevos actores ilegales
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el 31% de los Homicidios del mundo ocurren en América Latina y el Caribe, toda vez que el promedio mundial es de 6,4 muertes por 100.000 habitantes y el de Latinoamérica es de 18,6 muertes. Colombia ha sido uno de los países con cifras preocupantes de la región, pues durante los últimos treinta años se ha ubicado alrededor de 40 muertes por 100.000 habitantes.
Avances en este indicador
El 26 de diciembre el Ministerio de Defensa de Colombia anunció que se prevé que este año la tasa de homicidios no supere 24 muertes por cada 100.000 habitantes, lo cual refleja un avance importante para la seguridad en el país. El ministro Villegas aseguró que es la tasa más baja de los últimos 40 años y que en 320 municipios del país no se registraron homicidios. De la presentación de cifras del Ministerio es importante resaltar que Bogotá presentó el nivel de homicidios más bajo desde 1985, lo cual evidencia que las políticas de seguridad ciudadana implantadas por el gobierno distrital.
Acuerdo de paz y nuevos actores
Con las negociaciones con las FARC-EP en las que se dio el cese al fuego bilateral y con la firma del acuerdo final para la terminación del conflicto armado con esta guerrilla, se ha logrado que la tasa de homicidios disminuya y Colombia ya no se encuentre de los 10 países más violentos del mundo. Esta disminución en gran medida se refleja en los municipios en donde las FARC-EP tenían presencia, pero es importante señalar que la alta tasa de homicidios en el país se ha debido en gran parte a las actividades de delincuencia común y enfrentamientos entre pandillas, situaciones que, aunque se está dando un desescalamiento del conflicto, continúan presentes sobre todo en grandes y medianas ciudades. Adicionalmente, como consecuencia de la salida de las FARC-EP de territorios rurales, se han presentado enfrentamientos de nuevos grupos armados ilegales que se están disputando el control del territorio y del negocio lucrativo del narcotráfico.
En este sentido, es importante precisar que esta disminución de homicidios es una noticia positiva para el país y la región y por este motivo es relevante implementar políticas que permitan contrarrestar el crimen organizado, las pandillas y el surgimiento de nuevos actores ilegales, que impidan en un corto y mediano plazo que esta tasa siga disminuyendo. Más allá de políticas de contrainsurgencia, se deben tener estrategias de seguridad ciudadana y programas estructurales que garanticen la reintegración de las personas que hacen parte de estos grupos y pandillas. Por otra parte, es esencial que en el marco de la negociación del gobierno nacional con el ELN se logré acordar el cese unilateral del fuego para garantizar con ello, la tranquilidad en los territorios donde tiene mayor control este grupo armado.
Latin American Post | Tatiana Restrepo
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