Las manifestaciones se produjeron en contra de la posesión del presidente electo Juan Orlando Hernández, al considerarse un vencedor "ilegítimo" y "fraudulento"

Honduras no atraviesa su mejor momento, después de las polémicas elecciones que se llevaron a cabo el 26 de noviembre de 2017 en el país centroamericano. Los comicios dejaron como ganador al candidato por el Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, quien ocupará el cargo por segundo período consecutivo.
 

Sin embargo, dicha victoria es considerada, por algunos líderes políticos del país, como inconstitucional además de ‘sucia’. Esto último, debido al posible fraude electoral que alegan grupos como la Alianza de Oposición contra la Dictadura. Los dirigentes y miembros de la Alianza afirman que Hernández robó las elecciones a Salvador Nasralla.
 

¿Elecciones fraudulentas?

La historia inicia el día de las elecciones, con el 57.2% de las mesas escrutadas, momento en el que Nasralla aventajaba a su rival por un 5% de diferencia. No obstante, al final del día y los conteos, los resultados fueron favorables para Hernández.
 

Tras conocerse el vencedor, se presentaron algunas manifestaciones en contra del resultado que ofreció el Tribunal Supremo Electoral de Honduras (TSE) el 26 de noviembre. Fue éste organismo el que decidió analizar dicho resultado, para finalmente dictaminar como ganador a Juan Orlando Hernández, el 17 de diciembre, con una ventaja de 1,53% sobre su contendor.
 

Ésta decisión solo sirvió para alterar a los ciudadanos hondureños, quienes a lo largo de estas semanas se han expresado por medio de marchas ante el Gobierno Nacional hondureño y la ‘dictadura’. Esta última maneja desde hace 12 años el Partido Nacional de Honduras (2002-2006 y 2010-2018).
 

Ejemplo de estas protestas es la que convocaron dirigentes de la Alianza de Oposición contra la ‘dictadura’, en cabeza de su ex-candidato presidencial, Salvador Nasralla.
 

La protesta tiene como fin mostrar el descontento frente a la reelección de Hernández, días antes de su toma de posesión, el 27 de enero. En consecuencia, miles de personas se tomaron las principales vías del país, principalmente en su capital, Tegucigalpa, el pasado sábado 20 de enero.
 

Según fuentes oficiales, dichas manifestaciones causaron estragos en la funcionalidad normal del país, además de dejar un saldo de al menos un muerto. A nivel general, en concordancia con medios locales, las manifestaciones desde el 26 de noviembre dejan 30 muertos, entre los que se incluyen tres policías y un militar.
 

Asimismo, de acuerdo con información concedida por el portavoz del Ministerio de Seguridad, Jair Meza, el fallecido en la última protesta sería un hombre de 60 años, quien cayó en medio de una represión por parte de los agentes de seguridad del país sobre los manifestantes. De igual forma, aseguró que los enfrentamientos dejaron como resultado 12 personas detenidas.

Honduras pide ayuda a la ONU
 

Por esta razón, el mismo Nasralla hizo público el pasado viernes 19 de enero una carta que envió al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, en la que le pidió un Mediador internacional para el país centroamericano.
 

“Dada la experiencia de las Naciones Unidas en la resolución de conflictos por medios pacíficos, le solicito formalmente a que nombre a un Mediador para que venga a nuestro país con carácter urgente antes de la toma de posesión de este 27 de enero”, escribió Nasralla en la misiva.
 

Igualmente, Nasralla explica que dicha petición la hace con el fin de evitar que incremente la “grave crisis política y social de Honduras, cuya causa es el fraude generalizado de las pasadas elecciones generales, realizado por un gobierno aborrecido e impopular”.
 

Por último, añadió que intentará por todos los medios posibles evitar que Hernández se posesione como presidente de su país.
 

“La oposición encabezada por mí ha iniciado movilizaciones masivas a lo largo y ancho del país y a su paralización en los próximos días para impedir que se instale una dictadura”, aseguró Nasralla.

'No' a la represión por parte del ejército
 

De forma paralela, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) solicitó al Gobierno hondureño, por medio de su portavoz, Liz Throssell, cohibirse de enviar tropas de su ejército a las protestas que se presentan en éste país.
 

“Pedimos a las autoridades hondureñas que eviten la presencia de la policía militar y las fuerzas armadas en las manifestaciones, ya que son funciones para las que no han sido entrenadas ni equipadas”, dijo el pasado viernes Throssell, en una rueda de prensa.
 

De esta manera, la OACNUDH busca contrarrestar el número de víctimas que dejan los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y los manifestantes, cuyas cifras, según el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), ascienden a más de 34 muertos.
 

LatinAmerican Post | Christopher Ramírez Hernández
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