Un nuevo estudio del Pew Research Center reveló que los mexicanos son quienes están menos a gusto con su gobierno en América Latina

Recientemente, el think thank Pew Research Center (PRC) publicó su estudio sobre el índice de satisfacción de la democracia a nivel mundial, titulado “Globally, Broad Support for Representative and Direct Democracy, but many also endorse nondemocratic alternatives” (A nivel global amplio apoyo a la democracia directa y representativa; pero también se respaldan alternativas no-democráticas). Dicho estudio tomó como referencia 38 países y a casi 42 mil personas como muestra y arrojó cuestiones muy importantes para América Latina; pero, principalmente, para México, un país que vive con la corrupción de sus gobernantes, la impunidad ante los feminicidios, el exterminio a los críticos al oficialismo, entre muchos otros.

Mientras los ciudadanos de Canadá tienen una satisfacción hacia su gobierno del 70% y en Rusia, un país considerado por el mismo PRC como un régimen autoritario, tiene un 59% satisfacción o hasta Venezuela, que ha sido catalogado por la prensa internacional como una “dictadura”, tiene 25% de satisfacción. En cambio, México es el que tiene el índice más bajo de satisfacción con tan sólo un 6%, además tan sólo un 2% confía mucho en el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto; también sólo 2% piensa que la democracia está funcionando bien en su país.

Así, México se cataloga como el país más insatisfecho de los consultados y el más bajo en Latinoamérica. Esto refleja el descontento de los ciudadanos hacia el gobierno de Enrique Peña Nieto, electo desde 2012. Algo relevante del estudio es que dentro del aspecto metodológico, no sólo es el Partido Revolucionario Institucional quien se ve arrastrado ante las negativas de los mexicanos sino también el Partido Verde Ecologista, quien fuera expulsado en 2009 por el Partido Verde Europeo debida su campaña a favor de la pena de muerte.

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Por un lado, el gobierno mexicano se ha centrado más en criticar a la misma ciudadanía, como lo hizo Peña Nieto durante el Foro Impulsando México quien comentó que la corrupción siempre ha estado pero que ahora es más visible por las redes sociales. Ante ello, habría que preguntarle al mandatario si en sexenios pasados hubo un gobernador –como Javier Duarte- que desvió recursos públicos destinados al tratamiento de quimioterapias para niños con cáncer y se suministró sólo agua destilada. Sin embargo, por el otro lado, va en aumento una ciudadanía que está buscando cambios reales en las legislaciones como es el caso de la Fiscalía General de la República, reducción al financiamiento público de los partidos políticos, auditorias más transparentes sobre el destino de los recursos públicos, mayor participación ciudadana en los procesos políticos, entre otros.

No obstante, el gobierno priista, encabezado por Enrique Peña Nieto, se niega a hacer cambios reales en un régimen democrático. El ejemplo claro fueron las elecciones a gobernador en Coahuila y Estado de México, dichas entidades no han sido gobernadas por otros partidos diferentes al PRI. Y ante una clara elección de Estado, tanto las instituciones electorales como el mismo gobierno federal lograron imponer en el Estado de México, donde es oriundo el Presidente, a su primo Alfredo del Mazo Maza. 

El próximo año es electoral, en el cual se renovarán más de 2000 puestos de elección popular, entre ello gubernaturas, todo el Congreso de la Unión y la Presidencia. Sin embargo, debido a la intromisión de un gobierno que se convierte en juez, la elección se torna más en una simulación que en una verdadera competencia democrática y lo único que va generando es un descontento social.

Latin American Post | Leonardo Daniel 

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