Corrupción en Latino América: ni los Olímpicos se salvan
Los implicados en la organización de Río 2016 se enfrentan a acusaciones de soborno
Brasil compitió contra las candidaturas de Chicago, Madrid y Tokio para obtener el privilegio de albergar los Juegos Olímpicos de 2016. En una primera rueda de votos Río estaba detrás de Madrid. En la tercera ronda ganó al obtener 66 votos contra 32. Ahora dicha votación causa sospecha y la investigación se ha puesto en marcha.
La Policía Federal de Brasil registró el 5 de septiembre la casa del presidente del Comité Olímpico de Brasil Carlos Arthur Nuzman. Nuzman es acusado de pagar sobornos a miembros del Comité Olímpico Internacional para obtener la sede de los pasados Juegos Olímpicos, acusación que sostuvo Fabiana Schneider, fiscal federal. Sergio Mazillo, abogado de Nuzman, ha declarado que su cliente no ha cometido ningún soborno. Pero dicha acusación es seguida de la ya lanzada a Sérgio Cabral, exgobernador del estado de Río de Janeiro, que fue encontrado culpable de los cargos de soborno y lavado de dinero y sentenciado a 14 años de prisión.
Entre los acusados con orden de arresto están el empresario Arthur Soares y su asociada Eliane Pereira Cavalcante. La fiscal federal congeló un decomiso de 320 millones dólares, una suma total que habla de los bienes de Soares, Cavalcante y Nuzman. La fiscalía hablaa de tener pruebas sólidas para demostrar que los funcionarios sobornaron a Lamine Diack, expresidente de la Asociación de Internacional de Federaciones de Atletismo.
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El supuesto soborno habría consistido de un depósito de 2 millones de dólares que hizo Soares en cuentas bancarias pertenecientes a los hijos de Diack a solo 3 días de la decisión final. Diack fue acusado en 2015 de recibir sobornos para encubrir los resultados positivos de la prueba de dopaje de atletas rusos. Dicha investigación fue la puerta para descubrir las cuentas que usó Diack para recibir el soborno de Soares.
Papa Massata Diack, hijo de Lamine, recibió 1.5 millones de dólares para una compañía que fundó en Dakar. El dinero provenía de una entidad de la Islas Vírgenes Británicas vinculada a Soares. También hubo una transferencia casi simultánea a una cuenta de Moscú ligada a Papa Massata Diack de 500.000 dólares, 3 días antes de la decisión final.
Luego de dicha recepción de dinero a Pamozdi Sports Consulting, la compañía de Massata Diack, ésta hizo transferencias al exatleta Frankie Fredericks quien hacía parte de la IIAF, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, que recibió el día de la elección de la sede la suma de $299.300 dólares. Fredericks, quien fue uno de los observadores en la votación, ha sido suspendido y espera los resultados de la investigación, mientras él dice que no hizo algún acto ilícito.
La IIAF continua en medio de investigaciones, mientras que el Comité organizador de Río 2016 por ahora ha adoptado una posición de silencio.
Latin American Post | Jorge Asmar
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