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José Antonio Kast ¿una vuelta a Pinochet?

El 21 de noviembre se realizarán en Chile elecciones presidenciales. El líder de la extrema derecha, José Antonio Kast, puntea en las encuestas pese a sus declaraciones y posturas controversiales.

José Antonio Kast

Su programa de gobierno llamado Atrévete Chile tiene como bandera temas de seguridad, recuperación económica, cumplimiento de la ley y freno a la migración. Foto: TW-joseantoniokast

LatinAmerican Post | María Fernanda Ramirez Ramos

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Es paradójico que en Chile, un país que en los últimos años ha vivido un fuerte estallido social y en el cual se está redactando lo que se ha considerado la primera constitución paritaria y con representación de los pueblos indígenas, un candidato de extrema derecha esté obteniendo los primeros lugares de intención de voto, como lo señalan las encuestas Cadem y Pulso Ciudadano.

Se trata de José Antonio Kast, un abogado de 55 años perteneciente al recientemente fundado (2019) partido Republicano de Chile, que ha sido diputado en 4 ocasiones. No es la primera vez que este abogado, de origen alemán, se presenta a las elecciones del país austral. En 2017 ya fue candidato y obtuvo 522.946 votos, que correspondieron al 7,93% de la votación, donde el vencedor fue el actual presidente derechista Sebastián Piñera.

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Su programa de gobierno llamado Atrévete Chile tiene como bandera temas de seguridad, recuperación económica, cumplimiento de la ley y freno a la migración. Por ejemplo, ha señalado que se debería construir una zanja en la frontera para detener la migración ilegal. De hecho, Kast ha manifestado en varias ocasiones su afinidad con Bolsonaro, Trump o el partido Vox de España. 

Además, su hermano Michael Kast Rist ocupó varias posiciones de alto nivel durante el gobierno del régimen militar del dictador Augusto Pinochet, bajo un gobierno en el que hubo sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos. No obstante, Kast no ha temido en señalar su admiración por Pinochet. De hecho, ha tenido que rectificar que no acepta la violación a los derechos humanos. No obstante, ciertamente sus idearios están basados en valores conservadores. 

La pregunta de fondo es ¿a qué se debe su fuerte posicionamiento en las encuestas? Por un lado, el Gobierno de Sebastián Piñera ha tenido unos índices muy bajos de aprobación. Recientemente fue asociado con los Pandora Papers. Esto ha ocasionado que incluso miembros de su partido hayan retirado su apoyo al candidato oficialista, Sebastián Sichel, para dárselo a Kast, que dentro de los partidos chilenos, resulta el más afín por ser también de derecha.

No obstante, Sichel ha intentado diferenciarse de Kast. En diversas ocasiones ha señalado que los extremos le harían daño al país y que no es conveniente retornar hacia la “antigua derecha” (aludiendo a Kast). No obstante, ante una eventual segunda vuelta de Kast, los votos del partido oficialista serían necesarios al igual que su apoyo para gobernar.

De hecho, se trata de unas elecciones muy polarizadas en las cuales el otro candidato que figura como favorito es Gabriel Boric, quien se lanza por el Frente Amplio de Izquierda y el Partido Comunista. Según la última encuesta Cadem, la diferencia entre los candidatos sería de 5 puntos, con un 24% por Kast y un 19% de Boric. Después se encuentran los candidatos Yasna Provoste, de centroizquierda, con un 11%; Sebastián Sichel, del partido oficial, con un 8% y Franco Parisi, de derecha, con un 7%.

Por otra parte, Chile afronta una fuerte inflación y crisis social e institucional que, como en la mayoría de países, han sido agravadas por la pandemia. Asimismo, los desmanes que se vivieron durante las protestas han llevado al sector más conservador chileno a reclamar medidas más duras en el orden público.

El candidato que llegue a la Casa de la Moneda tendrá el desafío de implementar la nueva carta magna que deberá ser refrendada en un plebiscito popular en el 2022. Al respecto, Elisa Loncón, profesora, académica e investigadora del Pueblo Mapuche, es la presidenta de la Convención Constituyente, quien ha manifestado en entrevista al Diario La Tercera, que el próximo presidente deberá respetar las decisiones que allí se tomen, con independencia de su filiación política. “No se debería presidencializar el trabajo de la Convención […] El gobierno que venga, el que sea, tiene que respetar la nueva Constitución”.

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