La ONU vota contra Trump
Las Naciones Unidas votaron para declarar “nulo y sin efecto” el reconocimiento unilateral de Jerusalén como capital de Israel
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En una sesión de emergencia de la Asamblea General el 21 de diciembre, 128 países votaron a favor de una resolución que rechazó la controvertida decisión del presidente estadounidense Donald Trump el 6 de diciembre.
Nueve países votaron en contra, mientras que 35 se abstuvieron. Egipto pidió la votación en la Asamblea General de la ONU después de que Estados Unidos vetó una resolución presentada al Consejo de Seguridad rechazando la decisión de Washington de reconocer a Jerusalén y trasladar allí su embajada. Estados Unidos no puede vetar las mociones de la Asamblea General que requieren una mayoría simple para ser adoptada.
Trump había amenazado con cortar la ayuda financiera a los países que votaron a favor de la resolución. Su advertencia pareció tener algún impacto con nueve países votando en contra de la resolución y 35 absteniéndose. “Estamos viendo esos votos”, dijo Trump el miércoles antes de la votación. “Dejen que voten en contra de nosotros, ahorraremos mucho. No nos importa. Pero esto no es como solía ser cuando podían votar en contra y luego se les pagan cientos de millones de dólares”.
La embajadora de EE. UU ante la ONU, Nikki Haley, también intentó presionar a otros países para que no votaran en contra de Washington y prometió “tomar nombres”. ¿Pero cuán convincente es esta amenaza? ¿Y qué gobiernos son más susceptibles a la amenaza de Estados Unidos?
El gasto militar puede ser el mayor rubro que Washington tiene para reducir, pero también es el menos probable de ser cortado. La mayoría de los países que reciben asistencia militar significativa de EE. UU lo hacen porque son clave para los intereses de seguridad estadounidenses, como Irak, Ucrania o Pakistán.
La asistencia internacional para el desarrollo, como la brindada por USAID, es un más probable de recortes aunque las reducciones seguirán teniendo un efecto dominó en las empresas y ciudadanos estadounidenses que dependen de proyectos financiados por programas de donantes.
De los 10 principales receptores de dinero de USAID en 2016, la mayoría fueron países africanos, incluidos Etiopía, Sudán del Sur, Kenia, Nigeria y la República Democrática del Congo.
Cualquier salida de EE. UU de África también sería una gran ventaja para China que ha estado aumentando de forma masiva su huella e influencia en el continente. Beijing ya está listo para reemplazar a Washington como el principal donante del mundo en desarrollo, de acuerdo con el regulador AidData, y gran parte de su gasto ya se destina a naciones africanas.
Pero no es solo África, incluso en América Latina, un corte de ayuda de E. EUU es una gran oportunidad para China y Rusia. Ambos países últimamente se han estado acercando al continente persiguiendo un cambio en la esfera de influencia más cercana.
Es difícil juzgar qué tan serio es tomar las amenazas de Haley y Trump. Pero era casi imposible que EE. UU evitara la censura de la Asamblea General de la ONU, donde solo se requiere una mayoría simple.
Palestina solo ve un acto simbólico
Los líderes palestinos han aclamado el resultado de la votación en la ONU rechazando el reconocimiento unilateral de Estados Unidos de que Jerusalén es la capital de Israel. “La comunidad internacional ha demostrado inequívocamente que no será intimidada ni chantajeada, y sus miembros defenderán el estado de derecho mundial”, dijo Hanan Ashrawi, miembro de alto rango de la Organización de Liberación de Palestina en un comunicado.
Pero para otros, la resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU no fue más que un acto simbólico. “Es un ejercicio sin sentido”, dijo Amany Khalifa, un activista político en Jerusalén. “La Autoridad Palestina (AP) tiene que evaluar todo el proceso diplomático de ir a la ONU. La experiencia que hemos tenido es que desde hace décadas estas resoluciones no han cambiado nada”, afirma cuando se cuestiona sobre el trabajo de la ONU en el conflicto entre Israel y Palestina.
Latin American Post | Carlos Gómez Avella
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