La Unión Europea incrementa la presión a Maduro
La sociedad internacional busca persuadir al gobierno latinoamericano de buscar una salida pronta a la crisis que se vive en el país
Los países de la Unión Europea (UE) acordaron de manera unánime sancionar a Venezuela por la represión que se vive en el país. Las sanciones aprobadas incluyen un embargo de armas y la posibilidad de imponer medidas restrictivas selectivas contra los responsables. Con estas medidas, desde Bruselas, se pretende censurar los abusos de poder en Venezuela sin cerrar la puerta al diálogo con el país latinoamericano. La duración inicial de este paquete será de un año.
Los ministros de exteriores europeos aprobaron finalmente este paquete de sanciones en el consejo de ministros, puesto que el pasado jueves 8 de noviembre el Comité de Representantes Permanentes aprobó el grupo de sanciones, pero sería el Consejo de Ministros quien daría su ratificación oficial.
Las sanciones propuestas consisten en un embargo de armas y en un veto a las exportaciones de equipos que puedan ser utilizados para la represión interna o para vigilar las comunicaciones electrónicas, esto con el fin de controlar la represión que se vive en el país suramericano por parte del gobierno. El paquete de medidas no contempla sanciones de otra índole, pues para la comunidad europea la propuesta es incrementar las sanciones sino se da una respuesta favorable del régimen del presidente Nicolás Maduro.
Además, se incluye la base legal para que la UE establezca una lista de personas a las que considere responsables de la situación en el país a las que les prohibirá viajar a territorio comunitario y congelará los bienes que puedan tener en la Unión, si la evolución de la situación lo requiere. Actualmente, la lista no contiene nombres, pero de no ceder el régimen ante la presión nacional e internacional, se empezará a llenar la lista con las personas que se vean directamente relacionadas con la crisis del país.
Ese carácter de baja intensidad que tiene el paquete ya aprobado revela que no es interés de la Unión Europea cerrar las puertas del diálogo entre el gobierno y la oposición, sino que, por el contrario, hacer hincapié en que el acercamiento entre las partes debe darse lo más pronto posible. Las sanciones, según fuentes diplomáticas europeas, venían discutiéndose desde que se convocaron las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela en el mes de julio. Debido al deterioro de la situación que se ha producido desde ese entonces, la comunidad europea decidió dar un paso más fuerte y presentar las sanciones ya mencionadas.
Adolfo Salgueiro, profesor de Derecho Internacional, destaca que, a corto plazo, las sanciones no representan un problema para Venezuela, pues actualmente el mayor porcentaje de armas adquiridas por el régimen proviene de Rusia y China. Sin embargo, para este profesor “las sanciones se constituyen como un golpe mediático y político, puesto que es la primera vez que la Unión Europea lo castiga de manera directa y en bloque. Nicolás maduro debe entender que la presión internacional está aumentando, y que de no ceder las sanciones irán incrementando”.
Para el diputado William Dávila Barrios venezolano, el mensaje es directo, “no importa la efectividad de la medida, ni los resultados que de esta se deriven, es un mensaje ético, político, social y moral del continente que más se manifiesta a favor de los derechos humanos”.
Rusia y China han provisto, durante los últimos 5 años, cerca del 90% del material militar que posee Venezuela. De la Unión Europea, sólo Austria, Holanda y España proveen armamento a Venezuela. Sin embargo, desde 2014, España ya había vetado el envió de material antidisturbios como consecuencia de los choques constantes que ocurrían entre población civil y la guardia nacional. En 2012 y 2014, Italia y Alemania respectivamente dejaron de vender armas a Venezuela.
Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella
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