AMÉRICAS

Latinoamérica ante la crisis venezolana

La OEA como principal foro político regional también se encuentra dividida

Latinoamérica ante la crisis venezolana

El año 2015 marcó uno de los mejores momentos de la integración latinoamericana. Arrancó con el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, en conjunto con el avance definitivo del proceso de paz en Colombia. En la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en Costa Rica, participaron los 33 países miembros. En aquella conferencia, que se realizó en las Américas, específicamente en Panamá, asistieron los mismos 33, incluida Cuba, sin ser miembro de la OEA, Estados Unidos y Canadá.

Dos años más tarde, en la nueva cita de la CELAC en Punta Cana, República Dominicana, sólo se acreditaron ocho presidentes, casi todos, de países afiliados a la Alianza Bolivariana de Nuestra América (ALBA). El quiebre de América Latina y el Caribe se produjo, según afirman expertos, cuando la crisis venezolana llegó a un punto de no retorno en octubre de 2016 con la desestimación del referéndum revocatorio por el Consejo Nacional Electoral y la posición indefinida de las elecciones locales y regionales.

El coro de críticos ha dejado al gobierno de Maduro cada vez más aislado. Venezuela fue suspendida del bloque de comercio sudamericano Mercosur y 17 países –incluidos Brasil, Argentina, México y Colombia– condenaron “la ruptura del orden democrático” por la arbitrariedad de las decisiones tomadas por el Gobierno en los últimos meses. Incluso el Vaticano ha pedido la suspensión de la nueva Asamblea Constituyente, aunque el Papa Francisco también ha sido criticado por no hablar abiertamente contra el presidente venezolano.

Incluso países que en algún momento fueron aliados incondicionales del régimen chavista han mostrado signos de preocupación por Venezuela. La ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, reiteró que la posición de Ecuador frente a la situación sigue siendo de respeto y de no injerencia. Reiteró que “Ecuador se encuentra en la misma posición que las Naciones Unidas en pro del diálogo para que las cosas se solucionen”.

Los estados integrantes del llamado “Bloque del Alba” han respondido con su apoyo “incondicional” al gobierno venezolano. Al parecer, la nación de América del Sur divide la región afectando la estabilidad latinoamericana; situación que ha llevado a los países a manifestarse mostrando las grandes grietas que permanecen en el subcontinente. Mercosur, a pesar de la suspensión a Venezuela del bloque económico, sigue haciendo “un llamado al diálogo” entre las fuerzas políticas actuantes en dicho país. Los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay exhortaron al gobierno bolivariano a “restablecer la separación de poderes, garantizar el pleno goce de los derechos humanos y liberar a los presos políticos”.

La crisis está mostrando con claridad el nuevo reparto de poder y los nuevos liderazgos que han surgido en los últimos años, especialmente en Suramérica. La salida del poder de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina y de Dilma Rousseff en Brasil ha privado, según varios análisis, a Nicolás Maduro de dos importantes apoyos diplomáticos; Ecuador, sin Rafael Correa, ha tomado distancia; Macri ha endurecido su discurso contra Maduro. La actual administración mexicana ha dejado de lado su tradicional prudencia diplomática para alinearse sin rodeos contra la deriva del Gobierno de Nicolás Maduro y, a vísperas de elecciones en 2018, la principal figura, Andrés Manuel López Obrador, también se ha manifestado abiertamente en contra de la situación.

Algunos, como Perú, se han mostrado más drásticos y se plantean el romper relaciones diplomáticas totales. El presidente, Pedro Pablo Kuczynski, se ha convertido en un referente regional y lidera hace meses la oposición a Maduro; se ha enfrentado abiertamente al Gobierno venezolano, como lo hizo en Cartagena en la Cumbre Iberoamericana de Naciones.

La OEA como principal foro político regional también se encuentra dividida; solo 14 países se han podio unir y firmar una declaración que presione a Nicolás Maduro aunque algunos de los miembros del ALBA se niegan a firmar una declaración al ser aliados incondicionales de Maduro.

 

Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella

Copy edited by Susana Cicchetto

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