Latinoamérica: una región con ‘virus’ de reelección presidencial
Para entender por qué la reelección presidencial ha ganado terreno en la región, se debe aclarar primero que ciertos países de la región sí permiten la reelección
Algunos maestros y filósofos orientales han coincidido en afirmar que todo aquel que desee o experimente alguna clase de poder, terminará corrompido y nunca más querrá dejarlo. Éste enunciado parece tener gran valor en Latinoamérica, en especial cuando se pone de manifiesto los periodos presidenciales de algunos de los mandatarios de la región, quienes buscan bajo todas las condiciones, extender su estadía en el poder, aunque la Constitución no lo permita o la mayoría de la nación exija un cambio.
Para entender por qué la reelección presidencial ha ganado terreno en América Latina, se debe aclarar primero que ciertos países de la región sí permiten, en su Carta Magna, la reelección presidencial indefinida; esto con el objetivo de premiar los buenos gobiernos y concederle al gobierno la prolongación de su liderazgo en miras de continuar el trabajo de desarrollo y avance que hubiese quedado pendiente en la temporada anterior.
Países que permiten la reelección indefinida
Venezuela: Desde 2009, la constitución venezolana permite la reelección indefinida, tanto del presidente de la nación, como de gobernantes, alcaldes y diputados. Esta enmienda permite que todos los cargos de elección popular extiendan su liderazgo por encima de los seis años establecidos para el periodo de liderazgo.
Ecuador: A partir de 2015 y bajo el gobierno de Rafael Correa, se aplicaron una serie de reformas en la Constitución de 2008 para permitir la reelección indefinida de los presidentes cuyo periodo de gobierno es de cuatro años. A día de hoy, el actual presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, se opone a la reelección indefinida en su país y propone, bajo consulta popular, revertir las reformas que otorgaban vía libre a la extensión de los mandatos.
Países que NO permiten la reelección indefinida, pero sus mandatarios se niegan a dejar el poder
Honduras: A principios de 2017, Honduras pasó a ser uno de los países que permite la reelección indefinida, gracias a los que se considera un cambio inconstitucional y una maniobra política sucia orquestada por el actual mandatario Juan Orlando Hernández. Dicho presidente culmina su periodo en enero de 2018. Sin embargo, ya es candidato para la reelección.
El acto se considera una violación a la Constitución del país, que en su artículo 239 establece que “el ciudadano que haya desempeñado la titularidad del Poder Ejecutivo no podrá ser presidente o vicepresidente de la Republica. El que quebrante esta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos y quedarán inhabilitados por 10 años para el ejercicio de toda función pública”.
Bolivia: La Constitución boliviana permite a sus mandatarios ser reelectos una sola vez de manera continua. Sin embargo, el actual presidente del país, Evo Morales, lleva 3 periodos consecutivos en el cargo (2006-2010; 2010-2015; 2015-2020). Como si este tiempo hubiese sido poco, el mandatario ha manifestado su interés de aspirar a la presidencia en el siguiente periodo Ejecutivo.
Como era de esperarse, el pueblo decidió, en 2016, aplicar un referendo para negarle a Evo Morales la posibilidad de volver a ser reelegido, pero la administración de Morales, en respuesta a esto, introdujo un recurso en el Tribunal Constitucional, para habilitar la reelección en el que sería su cuarto periodo. El resultado de dicho recurso se conocerá en diciembre de este año y de ser aprobado permitiría a Evo Morales postularse como candidato en 2019.
Como lo mencionó el politólogo Javier Corrales, la democracia necesita alternancia en el poder porque “es muy fácil para un presidente acumular poder institucional con el tiempo. Esto es una lección que aprendió Latinoamérica en el siglo XIX. Mientras más tiempo se mantiene un mandatario en el poder, baja su popularidad, pero aumenta su capacidad de control de las instituciones, lo que impide que sea derrotado”.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
Copy edited by Susana Cicchetto