Los ecos de la corrupción en América Latina
La caída de Kuczynski en Perú y la condena a Lula da Silva en Brasil demuestran el alcance y el poder que tiene la corrupción en la región
Si hay algo ha predominado en la historia reciente de América Latina, es la vulnerabilidad del contiente a la corrupción, a juzgar por los escándalos que han estallado en varios países, los cuales han acabado gobiernos y provocado la caída de más de un presidente.
Read in english: The echoes of corruption in Latin America
Dos grandes escándalos de corrupción han sido el centro de atención, debate y análisis en la opinión pública latinoamericana en las últimas semanas: el caso Petrobras en Brasil y el caso Odebrecht. En ambos hay repercusiones que van más allá de los escándalos persé, pues hay efectos e implicaciones, tanto en el espectro político, como en el contexto social de cada país.
La caída de PPK y el triunfo de los Fujimori en Perú:
Aunque el escándalo de Odebrecht en Perú implica por igual a Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y a Keiko Fujimori (ambos recibieron aportes de la corrupta empresa brasilera durante sus campañas presidenciales), PPK es el único (por ahora) cuya cabeza rodó por cuenta de ese escándalo, pues tuvo que renunciar a la presidencia y cederle el poder a Martín Vizcarra, antes de que en el congreso peruano se votara nuevamente una moción para destituirlo y decretar la vacancia presidencial.
Cabe recordar que en diciembre de 2017, PPK ya había estado punto de ser destituido, no obstante, el entonces presidente evitó que el congreso (de mayoría fujimorista) decretara la vacancia presidencial, gracias a un pacto hecho entre él y los Fujimori, que días después se hizo público con el cuestionado indulto que PPK concedió al ex presidente Alberto Fujimori. PPK evitó perder su investidura, a cambio de otorgarle la libertad a Fujimori.
Sin embargo, ese ‘pacto de impunidad’ hecho en diciembre de 2017 se rompió, y los Fujimori revivieron la vacancia presidencial en el congreso, amenazando nuevamente la continuidad de PPK. Ante la inminencia de que la vacancia se votara en el congreso, personas cercanas a PPK intentaron ofrecer prebendas para negociar con Kenji Fujimori y otros legisladores fujimoristas, en busca de evitar que la vacancia se hiciera efectiva.
Pero eso generó un escándalo mayor, que la prensa peruana denominó: ‘Kenjivideos’, algo que básicamente consiste en la filtración que se hiciera, mediante videos, de la irregular negociación para evitar la destitución de PPK, quien no tuvo más remedio que renunciar a la presidencia, como consecuencia de la publicación de esos videos.
Tanto Keiko, como su hermano y su padre, lograron sus propósitos: sacar a PPK de la presidencia, lograr el indulto de Fujimori y evadir la responsabilidad en el caso Odebrecht. No obstante, el problema de fondo, la corrupción de la empresa brasilera, sigue vigente y sin resolverse por completo, con el agravante de la crisis generada tras la salida de PPK.
Brasil: La caída de un caudillo:
Hablar de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, es hablar de un hombre que revolucionó la historia de ese país, gracias a las reivindicaciones sociales que logró para millones de brasileros. Sin embargo, la corrupción no distingue ideologías y pensamientos, y como se ha evidenciado en los hechos recientes, el caudillo brasilero resultó implicado en un bochornoso escándalo, que terminó llevándolo a la cárcel.
Entre el apoyo y la indignación que generó el encarcelamiento de Lula da Silva, la realidad en este momento es que el ex presidente brasilero fue hallado responsable de recibir un apartamento avaluado en $1,1 millones de dólares, por parte de la empresa de ingeniería OAS, una prebenda que buscaba el favorecimiento de dicha empresa para la adjudicación de contratos por parte de la petrolera estatal Petrobras.
Lula, hoy condenado a 12 años y un mes de prisión por ese hecho, ha asegurado desde un princicpio que las acusaciones en su contra son falsas, que es inocente y que todo responde a un complot en su contra por parte de sus enemigos, debido a su lucha por la reducción de la pobreza y el mejoramiento de la calidad de vida de los brasileros.
Sin embargo, como sucede en Perú, el problema de fondo, la corrupción, sigue sin resolverse, más teniendo en cuenta que aunque la condena a Lula generó un impactó mediático impresionante, él no es el único político implicado en actos de corrupción; pues hasta el actual presidente, Michel Témer, ha sido implicado en hechos que actualmente se investigan.
Brasil está dividido entre los simpatizantes y los detractores de Lula, mientras tanto el fantasma de la corrupción sigue permeando el Estado y las instituciones de ese país, al tiempo que los otros responsables de esto siguen en la impunidad.
Latin American Post | Samuel Augusto Gallego Suárez
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