Argentina: ¿por qué fue derogada la Ley de la Madera?
La Cámara de Diputados de la provincia de Entre Ríos en Argentina derogó, es decir, dejó sin efecto, la ley que impide la venta de rollizos de madera, conocida popularmente como "Ley de la Madera", promulgada en marzo de 2007 durante el conflicto con Uruguay por la instalación de las pastera UPM (ex Botnia) en Fray Bentos.
La iniciativa fue impulsada por el gobernador Gustavo Bordet, quien afirmó que con esa norma "Entre Ríos perdía la posibilidad de sembrar eucaliptus y de recuperar un rol importante dentro de la matriz productiva provincial y nacional". Bordet reconoció que la nueva norma fue reclamada por las distintas cámaras forestales, entre ellas la poderosa Asociación Forestal Argentina (AFOA) y aclaró que desde su gobierno "somos los más interesados en conservar los recursos naturales". Al defender la necesidad de derogar la ley, tildó de "contrasentido" la existencia de esa prohibición, ya que como mandatario "pelea para que se abran las exportaciones de cítricos a los Estados Unidos y Brasil, y por otro lado tiene un artículo que prohíbe exportaciones".
La Ley de la Madera prohibía "la venta y/o salida de rollizos y chips destinada a la exportación como materia prima para empresas fabricantes de pasta celulósica que generan residuos contaminantes, lesiona los derechos de los ciudadanos entrerrianos consagrados en los artículos 41 de la Constitución Nacional y 5 de la Constitución Provincial".
“Fue en pleno conflicto por las pasteras y fue hecha a medida de la demanda de los ambientalistas de Gualeguaychú en un momento especial, con un puente cortado, pero después los dos países se sometieron al Tribunal de La Haya y hubo un laudo; nos puede gustar o no, pero no se puede desconocer”, remarcó el gobernador Bordet.
La derogación se dio en el marco de una nueva pastera en la República Oriental del Uruguay. Ahora la provincia permite que le exporte madera entrerriana para la producción de pasta celulosa con serios daños a los ríos y al medio ambiente de la región. El asambleísta de Gualeguaychú Juan Veronesi expresó que en la Asamblea están "desconcertados", por esta determinación y atribuyó la derogación "a un gran negociado con las corporaciones que están prendidas en esto, como la Asociación Forestal Argentina (AFOA)". Veronesi criticó que “las razones que se esgrimen no son válidas, como tampoco lo son las de Etchevehere con sus dichos lamentables” refiriéndose a las declaraciones del ministro de Agroindustria, el entrerriano Luis Miguel Etchevehere, quien precisó que el país importa papel que "tranquilamente podría producirse acá", con lo que dejó abierta la posibilidad de promover la instalación de fábricas de pasta de celulosa en Entre Ríos.
La derogación, apoyada por la mayoría de la Cámara baja, contó con la oposición de ocho legisladores quienes expresaron que esta medida implica un claro retroceso en materia ambiental, ya que se estimula de forma indirecta una actividad que contamina y genera grandes perjuicios en el medio ambiente y la salud de las personas. La prohibición de exportación de rollizos a la República Oriental del Uruguay fue un hito más de la lucha del pueblo de Gualeguaychú y que la masiva e inédita movilización social despertó la conciencia colectiva de muchos pueblos de la provincia y el resto del país, generando un alto nivel de movilización y participación ciudadana, a tal punto que la ciudad es referenciada por ella y hoy es espejo de combatividad ante casos concretos de contaminación que se suscitan en otras ciudades.
Latin American Post | Diana Ramos
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