Medio ambiente

Aviturismo en Colombia: La nueva oportunidad de la biodiversidad

Se expanden las fronteras de la biodiversidad en el país latinoamericano al faltar recorrer un tercio del país

Aviturismo en Colombia: La nueva oportunidad de la biodiversidad

Más de 2.000 expertos en pájaros salieron a caminar por distintas partes de Colombia  en el Global Big Day o Día Mundial de Avistamiento de Aves y en un solo día avistaron 1.486 especies de las más de 1.900 que hay registradas. Con sus prismáticos y su experiencia, los ornitólogos vieron casi el 15% del total que hay en el mundo en solo 12 horas porque recorrieron libremente el país más biodiverso en aves del planeta. Al sumar el resto de variedades de flora y fauna, Colombia se consolida con la segunda posición detrás de Brasil. Pero aún queda por descubrir un tercio del territorio, vedado hasta ahora a los científicos debido a más de medio siglo de conflicto armado.

Según los organizadores del Global Big Day, promovido por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, es la primera vez que Colombia gana la competencia, pues en las ediciones anteriores, Brasil y Perú fueron los países que reportaron el mayor número de especies avistadas. “El ganar la de oro en esta versión del campeonato mundial de avistamiento de aves, es la mejor promoción internacional del país para atraer un mayor número de visitantes del exterior”, afirma María Claudia Lacouture, ministra de comercio, industria y turismo, resaltando que Colombia tiene como objetivo recibir a unos 15.000 avistadores de aves anualmente y generar unos 9 millones de dólares de ganancia en este segmento turístico.

El final de la guerra entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC ha silenciado los fusiles y ha ampliado las fronteras internas. Mientras el Estado intenta recuperar las regiones gobernadas por la insurgencia durante décadas, una avanzadilla de investigadores ha comenzado su particular reconquista. Desde hace aproximadamente un año, Colciencias, departamento público de ciencia, tecnología e investigación, envía a científicos colombianos y extranjeros a explorar esta parte del territorio en las expediciones del programa Colombia Bio. “El objetivo es conocer territorios de alta biodiversidad de los que no se tiene documentación aceptable”, explica Felipe García, gerente de este proyecto.

Al mirar el mapa de los ecosistemas de Colombia elaborado por el Instituto Humboldt, institución pública dedicada a promover la investigación, los vacíos informativos más importantes coinciden con las áreas de influencia de los grupos armados. Zonas que son, al mismo tiempo, especialmente ricas en biodiversidad y están conservadas por la escasa incidencia del ser humano.

Cada metro cuadrado que se protege en Colombia no solo asegura la supervivencia de la fauna y la flora del segundo país más biodiverso del planeta, también ofrece una alternativa a una población marcada por la economía de la guerra: los cultivos ilícitos, el narcotráfico o el contrabando de madera. Además de la ganadería descontrolada. “El segundo objetivo de Colombia Bio es generar conocimientos de bioeconomía y biotecnología para contribuir al desarrollo del país”, explica García.

El aviturismo es una experiencia única que solo exige tener binoculares, cámara fotográfica y una actitud contemplativa; y la oferta de este producto fortalece los destinos y el interés de los viajeros internacionales por el país. Y aunque en Colombia el aviturismo está apenas despegando, algunas empresas dedicadas al ecoturismo ya lo ofrecen entre sus servicios. De hecho, las zonas más visitadas para el avistamiento de aves se encuentran en los departamentos de Boyacá, Caldas, Quindío, Risaralda, Cundinamarca, Tolima y Huila, sin embargo, con el fin del conflicto con las FARC, se espera que los destinos para ver aves se incrementen principalmente en la Orinoquía y en el centro sur del país.

La apuesta por el aviturismo, que ya sostiene economías como la de Costa Rica, es el punto de encuentro entre expertos y políticos. Los observadores de aves norteamericanos estarían dispuestos a pagar un monto promedio de 303 dólares al día por un tour en Colombia; 53 dólares más del gasto que harían en el país de Centro América, según un estudio de la National Audubon Society, realizado en Estados Unidos, que repiten como un mantra desde el Ministerio de Turismo.

Lo que hace a Colombia el Santo Grial de las aves en el mundo y de la observación de aves es que somos una amalgama”, explica Diego Calderón biólogo y promotor del turismo de aves. Y enumera: “una posición privilegiada, por estar pegado a Centroamérica, tener Andes, tener Amazonas, Costa Pacífica, Costa Atlántica”. De acuerdo con datos del Sistema de Información sobre Biodiversidad en Colombia, el país posee alrededor de 1921 aves, de las cuales 79 solo se encuentran en nuestro territorio, ubicándolo como uno de los países más ricos en estas especies en Sudamérica.

 

Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella

Copy edited by Susana Cicchetto

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