Colombia recupera su emblema nacional
En las últimas décadas el número ejemplares de Cóndor Andino era cada vez menor hasta ahora, cuando Colombia por fin recupera su emblema nacional.
El cóndor andino es emblema nacional desde hace 183 años, cuando fue incluido como parte del escudo de armas, con sus alas extendidas a punto de alzar el vuelo. Aunque el símbolo patrio se mantiene desde 1824, la especie, por el contrario, tuvo un momento de declive en la mayoría de regiones del país.
Para 1989 los reportes del libro Aves de Colombia, de Steven Hilty y William Brown, indicaban que el cóndor existía únicamente en dos extremos de Colombia: en el nororiente las poblaciones se restringían a la Sierra Nevada de Santa Marta, en los departamentos de Cesar, Guajira y Magdalena. Y en el sur, en el páramo de Chiles, en Nariño. En el resto de los corredores paramunos donde se sabía habían sido abundantes las aves, a comienzos del siglo XX, se carecía de información.
En 1997 se confirmó su presencia en el Perijá (Cesar), más tarde aparecieron reportes de avistamientos en el Páramo de Cáchira (Norte de Santander) con 10 ejemplares y a partir de 2003 los biólogos recibieron datos de la Sierra Nevada del Cocuy, Chita o Güicán (Boyacá), donde no se tenían informes desde 1977; lo mismo que del páramo de Almorzadero (Santander), área vecina a El Cocuy.
El ave fue acercándose al centro del país y en 2012 apareció el último registro que se ha tenido más al sur de la cordillera oriental: ocurrió en el páramo de La Rusia (Boyacá).
La pérdida de la especie en el área protegida hizo que hace 20 años iniciara el programa de repoblamiento a cargo de la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas), en alianza con la Unidad de Parques Nacionales.
Al área protegida llegaron 14 aves a la fecha. Las primeras cinco fueron monitoreadas por tres años, tiempo en que se lograron adaptar. Una migró hacia Nariño, en el sur del país. Luego los seguimientos fueron más distanciados y a la fecha se han liberado 15 cóndores andinos en dos núcleos de repoblación: el Parque Regional Natural Siscunsí-Ocetá y el Parque Nacional Natural El Cocuy-Güicán.
Con la presencia de cóndores en la región no solo se ha recuperado el emblema nacional, también se ha convertido en un estímulo para el ecoturismo siendo una entrada económica adicional para los habitantes de las montañas.
LatinAmerican Post | Manuela Pulido