El alarmante aumento de los incendios en la Amazonia marca un comienzo preocupante para 2024
La región amazónica de Brasil ha experimentado un dramático aumento del 151% en los incendios de enero a abril en comparación con 2023, estableciendo un récord angustioso al ser el número más alto desde 2016.
En los primeros cuatro meses de 2024, la Amazonía brasileña se ha visto envuelta en llamas más que nunca desde 2016, con la asombrosa cifra de 8.977 incendios registrados. Esta cifra representa un fuerte aumento del 151% con respecto al mismo período del año pasado, según datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Aumento alarmante de los incendios
Solo en abril se produjeron 1.117 focos de incendio, un aumento del 45% en comparación con abril de 2023. En particular, más de la mitad de estos incendios se concentraron en Roraima, un estado fronterizo con Venezuela, mientras que el 28,1% ocurrieron en Mato Grosso, una zona agrícola en auge en la parte sur de el Amazonas.
Esta alarmante tendencia es aún más preocupante, teniendo en cuenta que en los primeros meses del año normalmente se producen menos incendios debido a la temporada de lluvias. Sin embargo, las precipitaciones inferiores a la media de este año, influenciadas por el fenómeno meteorológico de El Niño, han exacerbado la situación, provocando una destrucción generalizada en todo el Amazonas.
El impacto en las tierras indígenas ha sido particularmente severo. Al menos 67 incendios se han iniciado en territorios indígenas, predominantemente en las tierras Yanomami y Raposa Serra do Sol en Roraima. Estos incendios amenazan la rica biodiversidad del Amazonas y los medios de vida y culturas de sus pueblos indígenas.
La escala de destrucción es enorme: se estima que 2,6 millones de hectáreas fueron arrasadas por incendios entre enero y marzo, según Mapbiomas, una red colaborativa de universidades, ONG y empresas de tecnología que monitorean la deforestación en toda América del Sur. Esta área, un asombroso aumento del 254% con respecto al primer trimestre del año anterior, pone de relieve la grave degradación ambiental que se produce en uno de los ecosistemas más críticos del mundo.
A pesar de una disminución del 41,8% en la deforestación en la Amazonía brasileña en los primeros tres meses en comparación con el año anterior, el número y la intensidad de los incendios se han mantenido iguales, lo que complica los esfuerzos para proteger este recurso natural vital.
La actual administración brasileña, encabezada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se ha comprometido a detener por completo la deforestación en la Amazonia para 2030. Este compromiso es parte de un esfuerzo más amplio para abordar las preocupaciones ambientales que tienen implicaciones internacionales, dado el papel de la Amazonia en la regulación climática global. y biodiversidad.
Los incendios del Amazonas se manifiestan en varios problemas interconectados, incluida la tala ilegal, el desmonte de tierras para la agricultura y el cambio climático, que altera los patrones climáticos y aumenta la probabilidad de incendios. Las presiones políticas y económicas, tanto a nivel local como global, complican aún más la situación, ya que los recursos de Amazon se explotan para obtener ganancias inmediatas.
Expertos y activistas ambientales piden acciones más enérgicas para combatir los incendios y hacer cumplir las leyes contra las actividades ilegales que contribuyen a la destrucción del Amazonas. Existe una necesidad crítica de cooperación y apoyo internacional, ya que la salud del Amazonas impacta directamente la estabilidad ambiental global.
Los incendios también resaltan la necesidad de prácticas de desarrollo sostenible en regiones como Mato Grosso, donde la expansión agrícola a menudo se produce a expensas de la cubierta forestal. Equilibrar el crecimiento económico con la conservación del medio ambiente es esencial para garantizar la salud a largo plazo de la Amazonía y sus comunidades.
Además, proteger los derechos indígenas es crucial en la lucha contra la deforestación y los incendios. Las comunidades indígenas suelen ser los administradores más eficaces de sus tierras ancestrales y poseen conocimientos tradicionales que pueden contribuir a la gestión ambiental sostenible. Garantizar e involucrar sus derechos sobre la tierra en los procesos de toma de decisiones es fundamental para preservar el patrimonio ecológico y cultural de la Amazonía.
Responsabilidad Global
A medida que Brasil avanza en sus compromisos ambientales, la comunidad global debe reconocer su papel en el apoyo a estos esfuerzos. Reducir la demanda de productos vinculados a la deforestación, invertir en prácticas sostenibles y apoyar acuerdos internacionales destinados a la protección del medio ambiente puede ayudar a mitigar el impacto de los incendios y la deforestación.
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La situación en el Amazonas es un claro recordatorio de la urgente necesidad de realizar esfuerzos concertados para proteger los pulmones de nuestro planeta. Mientras el mundo observa cómo arden los incendios, se vuelve cada vez más claro que el destino del Amazonas no es sólo una cuestión nacional para Brasil sino global que requiere una acción inmediata y sostenida.