¿En dónde se encuentra la primera escuela 100% sostenible de Latinoamérica?
La estructura elaborada con cuatro mil botellas y ocho mil latas recicladas funciona con energía solar y agua lluvia
En una localidad costera del departamento de Canelones, Uruguay, se edificó la primera escuela pública sustentable de América Latina. Allí, los estudiantes no solo aprenden las lecciones básicas del colegio, sino que a su vez crecen entendiendo su compromiso con los recursos naturales del planeta y las prácticas ambientales que todos deberíamos conocer.
Read in english: Where is the first 100% sustainable school in Latin America?
El edificio de 270 metros cuadrados fue levantado en tan sólo siete semanas y se utilizó en su construcción aproximadamente un 60% de materiales reciclados como botellas de plástico y de vidrio, latas, cartón, y un 40% de materiales tradicionales. La estructura se alimenta 100% de sus paneles fotovoltaicos y cuenta con un sistema de recolección y tratamiento de agua lluvia para consumo humano, riegos y cisternas.
El responsable tras la creación de esta escuela sostenible es el arquitecto norteamericano Michael Reynolds, quien durante las últimas décadas se ha dedicado a edificar proyectos de vivienda sostenibles en diferentes puntos del planeta. No obstante, en el levantamiento de la escuela en Uruguay, participaron 150 voluntarios en los que se encontraban estudiantes uruguayos de diferentes carreras y personas de otras 30 nacionalidades.
Un edificio ambientalmente inteligente
Como se expone en la página web del colegio, el edificio es autónomo y funciona gracias al encuentro con fenómenos naturales como la luz solar y la lluvia. Por un lado, sus enormes y estratégicamente ubicados ventanales de vidrio permiten aprovechar al máximo la luz del día; por otro lado, la estructura cuenta con un sofisticado proceso de recolección de agua que permite que tanto estudiantes como profesores tengan acceso ilimitado al líquido vital.
En el levantamiento del edificio se utilizaron al menos cuatro mil botellas y ocho mil latas recicladas. Contrario a lo que se podría pensar, la utilización de estos elementos no deteriora el aspecto físico del edificio y por el contrario crea un balance entre arquitectura moderna y respeto ambiental.
La estructura está diseñada para soportar temperaturas variadas. Su diseño permite que durante el verano el aire fresco circule de manera natural mediante unos túneles que llegan hasta las aulas y en invierno, dichos ductos pueden cerrarse y el calor provocado por el efecto invernadero de los corredores permite climatizar los salones.
Una verdadera educación integral
Los estudiantes que se vinculan a esta escuela no solo aprenden con rigurosidad las áreas tradicionales del sistema educativo, también conocen y ponen en práctica técnicas sobre responsabilidad ambiental, cultivan alimentos de manera orgánica y entienden la importancia de reciclar, reutilizar y desechar los residuos de forma inteligente.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
Copy edited by Marcela Peñaloza