Especies Lázaro: ¿esperanza para la conservación?
A veces, las especies que se habían declarado extintas son redescubiertas
El fenómeno de las Especies Lázaro es un fenómeno de la neontología, rama de la biología que se dedica al estudio de organismos vivos y toma su nombre haciendo referencia al pasaje del Evangelio de Juan que relata cómo Jesús retornó la vida a su amigo, tres días después de su deceso. Una especie animal o vegetal se declara extinta cuando por largo tiempo no se reporta la existencia de algún ejemplar vivo en el medio. Y se convierte en una Especie Lázaro, cuando una de estas especies declaradas oficialmente extintas, es redescubierta como si hubiese vuelto a la vida.
“El fenómeno de las Especies Lázaro es supremamente interesante para la ciencia porque al encontrar estos nuevos organismos, retorna la esperanza de que muchas especies que están en peligro crítico de extinción y se cree que desaparecerán muy pronto, puedan ser más resilientes de lo que se cree”, asegura la bióloga Gina Gómez Junco de la organización internacional ProCAT. Sin embargo, agrega que “al mismo tiempo que estas especies nos están diciendo que son resilientes también es usual que cuando reaparece un ejemplar de alguna de estas especies, suelen ser poblaciones muy pequeñas, frágiles, localizadas y que por supuesto, los esfuerzos de conservación deben ser muy grandes para asegurar su permanencia en el planeta”.
Este es el caso de la Atelopus varius, conocida popularmente como rana arlequín o rana de Halloween. Este pequeño anfibio, que en realidad hace parte de la familia de los sapos, no de las ranas, fue declarado extIGNORE INTO en 1996 y años después, en la provincia de Punta Arenas en el cantón de Coto Brus en la frontera entre Costa Rica y Panamá, fue redescubierta por un niño indígena quien bañándose en el río la extrajo y se la mostró a los biólogos de ProCAT, quienes desde ese momento dedican esfuerzos y recursos para procurar su permanencia entre los vivos.
Diego Gómez Hoyos es biólogo de esa organización y está permanentemente en campo investigando y procurando que el programa de protección y conservación de esta especie sea un éxito: “esta especie en particular es una especie muy sensible al hongo ‘BD’ (Batrachochytrium dendrobatidis) que es uno de los responsables de la declinación de anfibios en el mundo, es por esto que en la zona en donde trabajamos con estos animales, tomamos precauciones para impedir la entrada de este mortal hongo”. Agrega que “no todo está ganado, sí es un redescubrimiento muy importante, pero precisamente por ello, debemos redoblar los esfuerzos por conservar las poblaciones estables, pues perderla una vez es muy malo, pero perderla dos veces es mucho más que imperdonable”.
Apenas fueron 12 años los que se creyó extinta esta especie, pero Gina Gómez, maestra en conservación de la Universidad de Costa Rica, afirma que “no todas las especies que han sido declaradas extintas permanecen tan corto tiempo ocultas a los ojos de los humanos, de algunas de ellas se tenía registro sólo pos sus fósiles y se creían extintas incluso desde eras anteriores”. Este es el sorprendente caso del celacantos (Coelacanthimorpha) un pez redescubierto y descrito en 1938 que sólo se conocía por registros fósiles que datan de 80 millones de años atrás.
Una vez descrita una especie, se inicia una caracterización taxonómica y filogenética, que se puede relacionar con los fósiles encontrados con antelación, “esto es mucho más interesante porque podemos tener registros de los orígenes de la especie y por lo general se encuentra que no han cambiado mucho con el paso de las eras geológicas y nos da una visión interesante sobre cómo han podido sobrevivir y superar los diferentes cambios que ha sufrido la tierra y el hecho de que estén presentes en la actualidad, nos muestra cómo algunas especies pueden seguir siendo resistentes a los diferentes cambios que estamos provocando en el planeta en esta era a la que se ha llamado antropoceno”, afirma Gómez Junco.
Las Especies Lázaro inducen a la ciencia a mirar con mayor detenimiento pues los científicos constantemente están en la búsqueda de especies nuevas, de especies que aún no han sido descritas, pero la reaparición algunas, que fueron declaradas extintas, no sólo brinda una luz de esperanza a la conservación; también pueden ofrecer pistas para entender cómo han podido sobrevivir, muchas en lugares que no han sido intervenidos o explorados por el hombre, otras que se han ido adaptando al cambio.
Cinco ejemplos de Especies Lázaro muy carismáticas
El Monito de monte (Dromiciops gliroides) es un marsupial minúsculo que habita entre Chile y Argentina, que pesa tan sólo 42 gramos y es el único animal que se alimenta del muérdago (Tristerix corymbosus) y el único capaz de dispersar sus semillas, por lo cual se piensa que si el Monito de Monte desaparece, desaparecerá también el Muérdago. Esta es una de las especies que sólo se conocía por fósiles.
El Pecarí del Chaco (Catagonus wagneri) es un cerdo de monte muy carismático por sus grandes cachetes y orejas, esta es una de las especies que se consideraba extinta desde el Holoceno y a partir de fósiles que fueron comparados con un ejemplar capturado por un cazador argentino, se pudo determinar en 1971 que se trataba de la misma especie. Es una de las Especies Lázaro de mayor tamaño y una de las que demuestra que falta mucho por estudiar y descubrir en el planeta en el que vimos.
Una de las aves que hace parte de la lista de Especies Lázaro es el paíño de Nueva Zelanda (Oceanites maorianus), una especie que se creía extinta desde 1850 y a partir del año 2000 se empezaron a registrar nuevamente. Es uno de los casos más interesantes de estudio para los científicos, porque se presume que para garantizar la permanencia de su especie en la tierra, adoptaron nuevos hábitos de anidación, diferentes a los que se conocieron en el siglo XIX.
También los insectos pueden resurgir de entre los muertos como el caso del insecto palo de Howe que toma su nombre de la isla donde desapareció, Lord Howe en Australia, considerado extIGNORE INTO desde 1930 aproximadamente y se volvió a observar en el 2001. Sin embargo, el sitio de redescubrimiento no fue en aquella isla australiana de donde era originario, se registró en un islote cercano. Este caso también ha planteado un reto a los científicos, se está evaluando qué tan viable es la reintroducción de especies al medio del cual desaparecieron originalmente o si definitivamente algunas de estas especies entran en lo que se conoce como “efecto vórtice” y se llegó al punto en el que su extinción es irremediable.
No obstante, sin duda en América está una de las Especie Lázaro más carismáticas, el almiquí de Cuba (Solenodon cubanus), un pequeño mamífero que pertenece a uno de los grupos taxonómicos más reducidos en cantidad de especies, los Soricomorfos, al que pertenecen también los topos y las musarañas. En 1860 se capturaron alrededor de 36 individuos, pero se declaró extIGNORE INTO en 1970 debido a que desde 1890 no se pudo observar ningún otro ejemplar de esta especie, que fue redescubierta en 2003.
Latin American Post | Alberto Castaño Camacho
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