Incendios apocalípticos: las consecuencias de un grado más en la temperatura
Incontrolables llamas amenazan el sur de California y a sus habitantes
Desde el pasado lunes 3 de diciembre, una cadena de incendios sin control en el sur de California, EE.UU., amenaza con destruir más de 15.000 viviendas. Hasta el momento el fuego ha reducido a cenizas una superficie superior a 110.000 hectáreas divididas en tres condados. La extensión de tierra es equivalente a tres veces el tamaño de Miami y más grande que ciudades como Denver y Las Vegas.
De acuerdo con reportes oficiales de las autoridades locales, el primer siniestro inició en el condado de Ventura y ahora amenaza con destruir millonarias mansiones ubicadas en los opulentos barrios de Bel Air y Brentwood en Los Ángeles. Debido a la magnitud de los incendios, más de 250.000 personas han sido evacuadas. Cerca de la mitad de los afectados, son habitantes del área de Sylmar, lugar donde el 70% de la comunidad es de habla hispana.
Lamentablemente este tipo de emergencias son comunes en California, donde debido a las altas temperaturas alcanzadas durante la temporada de verano se generan grandes incendios sin control. Según el Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU., durante los últimos cinco años se han registrado en promedio 1.200 incendios anuales. En 2016, California tuvo que enfrentar 600 incendios más que en 2015. Durante el mes de octubre de este año (2017), murieron 44 personas y más de 10.000 edificaciones quedaron destruidas por causa de una fuerte oleada que duró varios días en el norte de California.
Las consecuencias de un grado más de calentamiento global
Aunque los incendios son comunes en este estado, no es usual ver arder hectáreas durante el mes de diciembre, donde solo se producen el 6% del total de los incendios registrados por año. Durante la temporada de verano, California alcanzó cifras récord con temperaturas aproximadas a los 100 grados Fahrenheit (37 grados Celsius). Esta ola de calor se convierte en la fórmula perfecta para calentar los aires, secar suelos, y con ello dar inicio a devastadores incendios.
De acuerdo con explicaciones otorgadas por parte del investigador del Observatorio de la Tierra Lamont-Doherty, Park Williams, la razón por la cual los incendios en el mundo son cada vez más voraces y de mayor tamaño, se debe indiscutiblemente a la huella que el hombre ha dejado con el calentamiento global. “Pensando en el comportamiento de la temperatura debido al cambio climático causado por el hombre, creemos que en el Oeste de Estados Unidos es de 1.5 grados Celsius, o 3 grados Fahrenheit, más caliente de lo que sería en ausencia del cambio climático. Y encima hay una ola de calor. A causa de la exponencial influencia de la temperatura, esta ola de calor está teniendo una influencia aún mayor en la ocurrencia de incendios de lo que tendría en ausencia del calentamiento provocado por el hombre”, explica Williams. Adicionalmete, Williams asegura que cada grado adicional en la temperatura causado por el hombre, se traduce en un potente combustible capaz de generar y extender el fuego con mayor facilidad y generar mayor destrucción.
Otras investigaciones realizadas para entender este flagelo han llegado a conclusiones similares. Un artículo publicado en la revista Science en 2016, demostró que la “alta actividad de incendios aumentó repentina y marcadamente a mediados de los ochentas, con una frecuencia mayor de los fuegos forestales, los cuales, a su vez, duraban más, y tenían lugar en temporadas más prolongadas”. Según varios expertos, el aumento de 1.5 grados Celsius en la temperatura de la Tierra es el responsable de que el área quemada en el Pacífico Noroeste se haya incrementado en un 5.000%.
Los cuatro incontrolables incendios que azotan en este momento a California son abatidos por cuerpos de bomberos y autoridades locales, que trabajan día y noche para controlar las llamas. Sin embargo, la presencia de los vientos de Santa Ana, una condición climática que se caracteriza por los fuertes vientos y la baja humedad, hace que los incendios avancen más rápido y continúen propagándose con mayor facilidad.
LatinAmerican Post | Krishna Jaramillo
Copy edited by Marcela Peñaloza