Kenia pone fin al uso de las bolsas plásticas
Periódicos, sobres o sacos viejos se están convirtiendo en bolsas improvisadas
Kenia se convirtió en el país número 11 en prohibir el uso, la fabricación y la importación de bolsas de plástico. La decisión, que entró en vigor a partir del veintiocho de agosto, se produce pocas semanas después de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le declarara la “guerra al plástico” en su campaña Mares Limpios. La campaña, que se presentó en la Cumbre Mundial de los Océanos, insta a los gobiernos a aprobar políticas de reducción del uso de plásticos, a las industrias a minimizar los envases de este material y rediseñar los productos; a los consumidores a cambiar sus hábitos antes de que los mares sufran un daño irreversible.
La prohibición abarca desde la fabricación hasta la importación de bolsas de plástico y contempla multas de hasta 38,000 dólares o cuatro años de prisión para los que incumplan la norma. La ley contempla excepciones a la producción de bolsas de plástico con fines industriales. La Autoridad Nacional de Manejo del Medio Ambiente (Nema) ha señalado que se pedirá a los viajeros que lleguen a Kenia por vía aérea que dejen sus bolsas en el aeropuerto. Al mismo tiempo, señala que habrá un periodo de transición en el que la policía podrá confiscar las bolsas de plástico sin detener a los infractores.
Es la tercera vez, en una década, que el gigante de África oriental refuerza su postura en este sentido, ya que en 2007 y 2011 dictaminó reducir el espesor de las bolsas, aunque la medida no fue exitosa. Además de Kenia, Marruecos y Ruanda son los otros países africanos que han prohibido las bolsas de plástico en sus territorios.
Las autoridades de Kenia destacan que la prohibición del uso de bolsas de plástico tiene el objetivo de evitar los efectos ambientales derivados de su mala gestión, entre los que destaca: 1. La incapacidad de las bolsas de plástico para descomponerse y así afectar la calidad del suelo; 2. La presencia de restos de bolsas de plástico en diversas partes del país; 3. El bloqueo de las redes de alcantarillado y de drenaje del agua causando inundaciones en temporada de lluvias; 4. Daños a ecosistemas y biodiversidad debido a bolsas de plástico, entre otras.
Al hacer el anuncio de la prohibición, Chege Kariuki, presidente de la Asociación Ambiental y de Desperdicios de Kenia, reclamó que los recolectores de basura no podrían operar sin bolsas de plástico para los contenedores y Samuel Matonda, un vocero de la Asociación de Fabricantes de Kenia, denunció que las nuevas regulaciones podrían costar hasta 60.000 empleos. Sin embargo, el Tribunal Supremo del país rechazó un caso presentado por dos importadores de bolsas de plástico para eliminar la prohibición, alegando que proteger al medioambiente era más importante que los intereses comerciales de las empresas. Sin embargo, los mayores críticos aseguran que el país no está preparado ni ofrece alternativas para una ley de estas características, especialmente por las penas que se plantean imponer a los infractores.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), las bolsas de plástico son el principal problema en lo que refiere a la eliminación de desechos urbanos en Kenia, en particular en las comunidades más pobres donde el acceso a los sistemas de eliminación y la asistencia sanitaria es limitado.
En todo el mundo, las bolsas plásticas representan 8 millones de toneladas de plástico que terminan en el océano cada año, según el PNUMA. “Con los índices actuales, para 2050 habrá más bolsas de plástico en el océano que peces, lo cual podría causar estragos en la industria pesquera marina, la vida salvaje y el turismo”, indicó el programa mediante una declaración al celebrar el anuncio de la prohibición en Kenia.
Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella
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